En declive el hospital Regional ISSSTE Veracruz

Cartas a la redacción:

 

Marcela Yañez Tapia llegó al ISSSTE en el Hospital de Veracruz, como parte de un acuerdo de Pedro Zenteno, como muchos otros responsables administrativos y delegados del ISSSTE en los Estados. Bien reconocida es la amistad de Pedro Zenteno con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, razón por la cual le delegó la tarea de repartir medicinas en todo México sin tener estudios y experiencia. Por ello no es difícil deducir la protección de la que sigue gozando Marcela, que ni su inexperiencia, ineptitud y falta de previsión, la remueven de su encargo, ni aún con la falta de viabilidad financiera que prevalece en el nosocomio a su cargo.

Y aunque Marcela presuma de su relación con Zenteno, esto no ayuda en nada para conservar la buena imagen del Hospital, el que prácticamente todo el mes de febrero tuvo sus elevadores fuera de servicio por lo que se veía transitar por escaleras a pacientes en sillas de ruedas y ancianitos con bastón que apenas podían caminar, nunca se había visto esto durante un periodo tan prolongado, situación que por cierto, culminó en este mes de marzo con la renuncia del Coordinador de Mantenimiento, quien le increpó no estar de acuerdo con la empresa que Marcela Yañez se empeñó en contratar, tal reproche lo interpretó como una afrenta que la motivó a instruirle que se mantuviera al margen con indicaciones precisas de no intervenir ni siquiera en la supervisión del mantenimiento.

Pero esto no es lo único, ya resulta común la falta de insumos para el desarrollo de funciones administrativas; falta de diesel para el buen funcionamiento de la Planta de Energía Eléctrica que en el mes de enero dejó a la Unidad Hospitalaria sin suministro de luz, y con ello sin oxígeno a pacientes COVID.

Es una vergüenza que un Hospital de alta especialidad cuente con tan mala administración, la señora Yañez Tapia no ha tenido siquiera el tino de nombrar coordinadores de área capaces de cumplir con sus funciones, muchos de ellos después de año y medio de estar en su puesto desconocen la función primordial para la que fueron contratados: dar atención de calidad y calidez a la derechohabiencia.

Los coordinadores de área son desde misóginos que dan mal trato al personal a su cargo, hasta corruptos que hacen mal uso de los recursos públicos, y los menos malos son los neófitos que no terminan de entender cómo desempeñar su trabajo con eficiencia.

Y ni que decir de la Coordinación de Recursos Materiales, misma que se encuentra acéfala debido a que la Sra Marcela Yañez mantiene interés personal sobre los recursos que en ella se manejan, y no permite que los expertos en el área le asesoren, pues impone su autoridad por encima de las buenas recomendaciones que le son sugeridas, motivo de renuncia del más reciente titular de esa Coordinación. Pero no conforme con eso, Marcela se empeñó en sugerir como encargado a uno de los miembros de su equipo el Licenciado Francisco Ramos, para juntos manejar los recursos tanto de materiales como de servicios generales, cerrando el círculo de saqueo institucional.

La administradora Marcela Tapia mantiene control sobre las compras, pero sin supervisión alguna, lo que le permite enriquecerse ilícitamente a costa de otorgar un mejor servicio. Una mala distribución del presupuesto, falta de procedimientos en adquisiciones, nula capacidad del personal que elabora contratos, insumos insuficientes que hacen inoperante al nosocomio, inexistentes programas de mantenimiento, servicios generales con costos exorbitantes, control y abuso en el manejo de plazas laborales, un Jurídico amañado con los proveedores. El resultado ha sido una catástrofe administrativa y la corrupción.

Porque además los proveedores comienzan a rumorar, que los directivos del Hospital les plantean que entreguen un porcentaje “de participación” a cambio de pagarles lo que hace meses financiaron de mantenimiento, material de curación, cubrebocas y demás insumos. No obstante, si el proveedor se niega a este planteamiento, el ISSSTE no hará nada por regularizar sus pagos, y evitarían autorizarles nuevos contratos. Así o más irregular el sistema del ISSSTE.

Y qué decir del Contador Rosillo, flamante titular del Órgano Interno de Control, que finge no darse cuenta de lo que sucede en el Instituto.

Así notamos que el sistema de salud pública va empeorando, y no parece haber esquemas que permitan frenar su declive, ni estrategias que ayuden a hacer más con menos.

Muchas eran las esperanzas puestas en el actual Director de Administración y Finanzas, el General Jens Pedro Lohmann, pero al parecer éste tiene mayor experiencia en los puestos de Recursos Humanos, por ello su ofrecimiento original era ser Director General de Personal de SEDENA.

Ni hablar, parecería que la pandemia COVID-19, los actuales tiempos políticos y la falta de supervisión sobre estas irregularidades, han ayudado bastante a que cada uno de los directivos obtenga beneficios propios, no se nota un verdadero cambio de gobierno, situación que le podría afectar a MORENA en las siguientes elecciones.

Ante tal declive en la salud pública ¿Cuáles serán las instancias a las que se deba recurrir? tal parece que Pedro Zenteno sigue teniendo poder sobre los recursos del ISSSTE, haciendo uso de ellos a través de sus operadores políticos en Veracruz Marcela Yañez Tapia y Jenny Pereda Cárdenas.

Por compasión, alguien que les haga saber que esa corrupción e ineficiencia en el ISSSTE cuesta vidas.