El tráfico de influencias del pequeño Andy López Beltrán. Colocó a sus amigos del colegio a operar para él en el gobierno de su padre

El tráfico de influencias del pequeño Andy López Beltrán. Colocó a sus amigos del colegio a operar para él en el gobierno de su padre

Andrés Manuel López Obrador no va a responder a los señalamientos sobre tráfico de influencias de sus hijos; con un Congreso a su favor, con un país que en más del 50 por ciento lo sigue apoyando, no tiene necesidad. Basta con que diga que todo lo que se dice de sus hijos es un complot de los conservadores, puede dar vuelta a la página. El periodista Salvador García Soto señala que los hijos de López Obrador habrán de ser su talón de Aquiles. Sobre la red de influencias que ha tejido Andrés Manuel López Beltrán anota: «Pero de los dos hijos, el que sin duda le dará todavía más dolores de cabeza al presidente, será Andy, por ser también el más político y el que tiene una influencia innegable en su gobierno. Además de las revelaciones de los contratos otorgados por Conagua y Sedatu a sus amigos constructores y del evidente tráfico de influencias, el junior presidencial ha tejido toda una red de funcionarios públicos, que han sido colocados en puestos clave, y que al ser sus amigos de la universidad o de otras etapas le responden y le reportan por la cercanía y amistad que tiene con ellos». López Obrador prometió que acabaría con el tráfico de influencias y el. Sin embargo, en este sexenio estos dos males de los gobiernos anteriores están siendo fomentados desde la Presidencia.

«Mis hijos no son corruptos», dice López Obrador. Nosotros tenemos otros datos. Sus hijos y los amigos de sus hijos, los más beneficiados con la 4T

Algo tenía que decir el presidente López Obrador sobre el reportaje en el que se evidencia la red de influyentismo que ha tejido Andrés López Beltrán, Andy para los amigos. Los documentos que se presentaron son reales, las evidencias se han venido presentando desde el inicio del sexenio, se han ido recopilando y ahora se reúnen para sacarlos a la luz. La administración federal se llenó de jóvenes, la gran mayoría amigos de colegio y universidad del hijo de López Obrador. Ahí está la evidencia, no hay manera de echarla para atrás. A pesar de ello el presidente sólo alcanza a repetir la misma cantaleta: «Mis hijos no son corruptos». Y lo repite como una manda, como el «Sí merezco abundancia» de Karime Macías; lo repite con la esperanza de que sea realidad. Sin embargo, los mexicanos tenemos otros datos. Por ejemplo, en noviembre de 2022 el mismo presidente, ante la prensa encargó el proyecto del “Malecón de Villahermosa” a Alejandro Jiménez Labora. Todo mundo se preguntó si el mencionado era funcionario de Sedatu, de Conagua o de alguna otra dependencia. Alejandro Jiménez Labora no era funcionario federal, simple y sencillamente era compañero de la universidad de su hijo Andy López Beltrán. Así que está de más que el presidente diga que sus hijos no son corruptos, nosotros tenemos otros datos.

No hay marcha atrás. El lunes 8 de mayo se discutirá la invalidación de la primera parte del Plan B; AMLO les pidió tiempo

El presidente que le dijo a sus funcionarios que no debían ni contestar el teléfono a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, acudió al cuarto para las 12 a tocar la puerta de las oficinas de la SCJN para pedirles tiempo, un poco de tiempo antes de que se discuta la invalidación de la primera parte del Plan B en lo referente a las leyes generales de Comunicación Social y de Responsabilidades Administrativas. El gobierno de López Obrador pidió a los ministros que primero resolvieran las impugnaciones a la Ley de Comunicación Social, pendientes desde 2018, año en que se expidió la norma. Los ministros de la SCJN escucharon al presidente, pero le dijeron que no, que era urgente definir la validación o invalidación del Plan B antes de que inicie el periodo electoral federal. La discusión del Plan B está programada para el día lunes 8 de mayo y al parecer no habrá cambios. Está claro que el presidente tuvo que doblar las manitas y ser él quien pidió diálogo con el Poder Judicial, a pesar de que días antes dijo que no iba a negociar con ellos. ¿Quién lo entiende? Ya ven lo que dice el dicho: “Cae más pronto un hablador que un cojo”.

Armando Ortiz                                    Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra