A Fernando “El Pulpo” Remes no había bola que se fuera de hit hacia los jardines en los estadios de béisbol. Nadie de los contrincantes apostaba batear hacia los terrenos de short stop, no tenía caso. Por eso se ganó a pulso el sobrenombre de El Pulpo.
Ahora, 58 años después de haber debutado con Los Tigres de México, Fernando Remes, convertido en un empresario, experimentado en los hits y en las victorias, compite de nuevo. Sabe que va a ganar, y de esto sus contrincantes tienen conciencia.
Escogió buen equipo. Ganará el partido, pero su labor no terminará con la victoria como en el béisbol, al ganar empezará su labor, que no será fácil. Ser presidente municipal de Poza Rica, la cuna de la riqueza petrolera en México, no es fácil. No sólo hay que rescatar los valores que construyeron un imperio ahora en ruinas, sino mover la conciencia de la gente que recibió golpe tras golpe en su economía, en su salud, en su calidad de vida.
Fernando Remes tiene un toletazo que deberá parar sin manopla, a mano limpia. La población va perdiendo y su equipo quiere hacerla triunfar, no habrá pitcher relevista ni bateador emergente.
Poza Rica se vuelve un reto para que la suerte cambie, toda una labor de titanes. Necesitará de la gente, de su gente, de cada brazo y cada voz, pero también y, sobre todo, de votos. Una victoria aplastante que seguramente obtendrá en esa gran ciudad será el primer hit del gran beisbolista ahora convertido en político gracias a su sensibilidad, lealtad y al cariño de la gente.
Remes empezará su campaña a la alcaldía, por Morena, el 4 de mayo, sabe que su propuesta no bastará con su presencia, sino que deberá darle solidez también a la gran propuesta que seguramente se ubicará en Poza Rica para ver más allá del mañana. Sería como una serie ganada sin piedad a la competencia, pero no sólo electoral sino humana. También deberá fortalecer los lazos con su amigo, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, con quien comparte el amor por el rey de los deportes, pero también por un proyecto común que se fortalecerá luego de las elecciones del 6 de junio.
Raquel Bonilla Herrera había sido postulada por Morena a la presidencia municipal de Poza Rica por recomendación del gobernador; sin embargo, tanto Andrés Manuel López Obrador como Fernando Remes, tenían un compromiso de lealtades para que el beisbolista ocupara ese cargo, porque es conocedor del proyecto que ahí radica y cuenta con el aprecio de la gente. Ganó, desde luego, la decisión del jefe del Ejecutivo, lo que provocó interpretaciones acerca de que por fin hay un punto de quiebre entre el mandatario y Cuitláhuac García Jiménez.
A Remes la gente lo aprecia, conoce sus capacidades y está con él, nadie duda que su triunfo no sólo será claro sino aplastante.
A El Pulpo se le había ofrecido una diputación federal, pero sabe que Poza Rica tiene un potencial muy grande, transformador, innovador. Está comprometido con su gente y su potencial. Conoce la jugada que viene, sabe por dónde viene la bola, se adelanta a la gran atrapada. No es gratuito que el béisbol sea un juego de estrategias. Sabe que las encuestas lo favorecen, pero por ello hay que trabajar para superarlas más aún, para que su gobierno no sea sólo un triunfador electoral sino el protagonista de una gobernanza que lo convierta en los ojos y oídos de la gente, que será la que realmente mande en Poza Rica.
El Pulpo Remes sabe lo que hace desde el momento en que decidió ser beisbolista, dejando a su padre sorprendido porque su hijo dejaría los estudios por el bat y la manopla. Triunfó. PEGA Y CORRE. – Arremeten contra ambulantes varios grupos que quieren desplazarlos de las calles. Producto del desempleo los mexicanos que acuden a vender su mercancía en las calles fueron desplazadas en la CDMX por personas que venden pulseras y camisetas de los lugares que los ambulantes han luchado para ocupar. En Baja California, también gobernada por Morena, los migrantes fueron dirigidos a los lugares donde los ambulantes vendían sus productos… Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes.