El pequeño factor heredado y el mérito actualizado

Por Juan Antonio Valencia

Mucho se ha discutido si los precios del petróleo bajaron por indicaciones de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador. La respuesta es, NO.

El gobierno federal nada tiene que ver en la baja de los combustibles en México, aunque fue una promesa incumplida de campaña, un señuelo cuyo contenido influyo en el triunfo de la 4T que sigue sin cumplirse: La gasolina no bajo a diez pesos como se prometió.

 

No obstante, si bien es cierto que López Obrador adujo varios indicadores  para no bajar el precio de los combustibles. No menos cierto es que la Reforma Energética que dejó la administración anterior de Enrique Peña Nieto, no fue totalmente desaparecida.

La Reforma Energética tenía algunos factores favorables, como la apertura de los mercados internacionales de combustibles, para competir en México con el único abastecedor de esos energéticos; Pemex.

Aun cuando los combustibles mexicano son de los más caros del mundo por la carga excesiva de impuestos, y los altos costos de producción, a partir de ese precio este ya se regía en proporción con los precios internacionales, a través de las empresas, BP, Hidrosina, Exxon, Mobil, Shell y Total, que venden ya gasolina en México.

Es decir ya no es Pemex el único vendedor en México, pues tres de cada diez gasolineras que operan en el país, ya no compran gasolina a Pemex, esto hace que la calidad del combustible haya mejorado, no así los productos de Pemex que vienen adulterados.

El origen de la baja en los precios de la gasolina en México, es debido a los precios internacionales del petróleo.

Esto provocado por una guerra de precios iniciada por el líder comercial, Arabia Saudita, contra su principal competidor, Rusia, que  hizo que el barril de petróleo cayera de 45 a 31,52 dólares, con un desplome de casi 30%  como inicio, durante la apertura de los mercados en Asia. Algo nunca visto desde la guerra en el Golfo Pérsico en 1991.

El barril de crudo mexicano uno de los más caros en los mercados debido a sus altos costos de producción permeados por la corrupción que eran de 49 dólares cayó a 23.58 dólares, perdiendo un 60.3% algo similar a lo ocurrido en el 2016.

Se cree que esto fue factor en la Reforma Energética, para abrir los mercados internacionales de gasolina para competir en México, y evitar invertir en nuevas refinerías para producir combustibles debido al alto costo de producción.

Esto significa que si el barril de petróleo baja en los mercados internacionales, la gasolina en México tiene que bajar de precio por conducto de las empresas extranjeras que ya venden gasolina en nuestro país.

Esta modalidad obviamente obliga también a Pemex a bajar los precios de su gasolina, con grandes pérdidas por los costos de producción. Si hablamos de que tres de cada diez gasolineras compran gasolina importada, el resto sigue comprando a Pemex. Si Pemex no puede sostener sus precios, toda la gasolina en lo futuro será importada y sus precios se regirán por los mercados internacionales y no por la Secretaria de Hacienda, cuyo anuncio oficial fue, de que no bajarían sus precios.

 

Sin duda, la maniobra de Arabia Saudita para “reventar” a Rusia, si beneficio a la ciudadanía mexicana, pero el daño colateral en la paraestatal Petróleos Mexicanos, es grave, muy grave, pues se trata de una empresa que aún no se recupera del saqueo de que fue objeto en pasadas administraciones, y de la que todos se enriquecieron.

La nueva administración no termina de sanear la corrupción que evitaría derroches y robos que debilitan a Pemex el principal baluarte de la economía mexicana. La citada maniobra de Arabia Saudita, como todos sabemos, “reventó” también no solo las bolsas de valores en todo el mundo, sino también las acciones de importantes empresas, incluyendo a la propia Arabia Saudita y las grandes potencias mundiales.

En México el peso mexicano con su débil soporte económico, se derrumbó ante el dólar estadounidense alcanzando en su paridad hasta casi 23 pesos por dólar. Antes la presidencia de la república, dispuso del 49% de la reserva económica, algo que no sucedía desde 2012, y que mantiene alarmado al sector empresarial y económico, porque ocurre a solo 14 meses de haber iniciado este gobierno.

Vale aclarar que este conflicto de intereses comerciales entre las grandes potencias, México no nada tiene que ver, ni tiene responsabilidad alguna.

Pero como dijera el propio López Obrador, “imagínense”

¿Pero qué fue lo que ocurrió en México?

Un país con cero crecimiento económico, con una pérdida porcentual en el Producto Interno Bruto, con una inflación de más de 3 puntos porcentuales, con un temor en el sector empresarial para invertir por la incertidumbre provocada por una titubeante administración, sin inversión extranjera, sin promoción en el exterior, con una acentuada crisis en el sector salud, enfrentando de una manera irresponsable la pandemia del coronavirus, con sus aeropuertos abiertos al contagio, recibiendo a extranjeros rechazados de sus países, con problemas con empresas extranjeras por contratos “leoninos” heredados de pasadas administraciones, que hay que acordar para eliminar cláusulas que dañan al país en el sector energético.

Y así como esto, cientos de factores. Algunos heredados por Enrique Peña Nieto y otros creados en esta administración por necedad, ignorancia y exceso de confianza.

Pero lo más importante y preocupante es que con todos esos problemas creados y heredados, aunados a la crisis internacional en que México cuya economía depende del petróleo está siendo afectado; su presupuesto de egresos está basado antes de la crisis, en su petróleo a 49 dólares, pero en la guerra comercial de las grandes potencias, el ingreso de momento predio 60.3%, y la recaudación también cayó por el desempleo y la falta de inversión.

Quizá el mérito ante la opinión pública en los precios de la gasolina, sea el haber incluido en la Reforma Energética la apertura de la competencia internacional en México (PRI) y el otro haber conservado esa parte y no dar marcha atrás con esa apertura. (MORENA)

¿Qué pasara en los próximos meses, sacaran a Pemex de la competencia en los precios de la gasolina?

¿Reducirán personal en la paraestatal?  ¿Suspenderán trabajos de reconfiguración en refinerías?

Suspenderán la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco?

¿Qué pasará?

Algo tiene que pasar…si es que alcanzan a comprender el grave problema en que está el país…