“El eco de un maestro: Guillermo Héctor Zúñiga Martínez (1942-2015)”
Ángel Rafael Martinez Alarcón
El 23 de abril de 2015, mientras el mundo celebraba el Día del Libro bajo el espectro inmortal de Miguel de Cervantes (1547-1616) y William Shakespeare,(1564-1616) Xalapa lloraba a dos de sus hijos predilectos. Ese jueves vespertino, la muerte tejió su ironía cósmica: junto al empresario Abel Torres García -cuya vida fue epítome del sueño mexicano, ascendiendo de mesero a dueño de La Parroquia; mi hermano mayor en la fe en el Camino Neocatecumanal de la Iglesia Católica Apostólica Romana- partía también Guillermo Héctor Zúñiga Martínez, hombre-orquesta cuya vida fue sinfonía de tinta, vocación y verbo.
- Primeros compases: El niño de la colonia Salud
Nacido el 18 de diciembre de 1942 -fecha que el destino hilvanó con el decreto real que elevó a Xalapa a Villa en 1791-, don Guillermo emergió de la humildad como esos robles que enraízan entre piedras. Su infancia en la colonia Salud fue temprana lección: los valores no se heredan como riquezas, se labran como esculturas. La Benemérita Escuela Normal “Enrique C. Rébsamen” pronto descubriría su don -la oratoria-, ese arte de moldear el aire con ideas que luego se convertiría en su bastón de peregrino político. Más tarde en la carrera de derecho de la Universidad Veracruzana. - El arquitecto de futuros
Mi primer encuentro con él, siendo yo un niño de nueve años, fue un impacto dionisíaco: su corpulencia física palidecía ante la magnitud de su presencia. Años después, cuando el azar -o ese tejido invisible que llamamos destino- nos reunió gracias a Agustín Romero (QEPD), comprendí que estaba ante un Midas pedagógico: todo lo que tocaba se transformaba en escuela.
Su administración municipal (1988-1991) fue un renacimiento xalapeño:
- El Archivo Histórico Municipal “Rubén Pabello Acosta” rescatado de su olvido en las bodegas de Palo Verde, como un fénix de actas y memorias.
- Las celebraciones del Bicentenario, donde el Parque del mismo nombre se convirtió en su Ágora personal.
- La visita del presidente guatemalteco Jorge Elías Serrano (1945) -un diálogo de oradores que trascendió fronteras. Cuyo mandato fue de 1991-1993. De los pocos presidentes extranjeros que han visitado a Xalapa.
III. El sembrador de universidades
En una cena tras la consagración del templo de El Dique, don Guillermo hizo con sus palabras un inventario sagrado: cada escuela fundada era un hijo espiritual. Desde el Instituto de Regulación Pedagógica hasta la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (su “hija mayor”), su legado fue un ejército de aulas combatientes contra la ignorancia.
- Último acto: El orador que eligió el Día del Libro
No podía ser otra fecha. Cuando el Senado de la República aprobaba -ese mismo 23 de abril- instituir el Día Nacional de la Oratoria por su iniciativa, don Guillermo se unía al cortejo de Cervantes y Shakespeare. El IV arzobispo de Xalapa, don Hipolito Reyes Larios (1946-2021) lo proclamó “Xalapeño Ilustre”, pero su verdadero título estaba escrito en miles de cuadernos de estudiantes.
Don Guillermo Zúñiga Martínez, profesor egresado de la hoy Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” y licenciado en Derecho por la Universidad Veracruzana, fue un hombre cuya vida estuvo marcada por la cultura del esfuerzo. Oriundo de Xalapa, desde joven supo ganarse el sustento mediante el trabajo y el estudio.
Como docente y político del Partido Revolucionario Institucional (PRI), ocupó cargos de elección popular, entre ellos diputado federal, diputado local y alcalde de su ciudad natal. Sin embargo, nunca se desligó de su vocación educativa.
Hace 50 años, el gobernador Rafael Hernández Ochoa lo designó titular de la Dirección General de Educación Popular, máxima autoridad en educación básica en Veracruz. Posteriormente, se desempeñó como secretario de Educación en el estado.
El gobernador Fidel Herrera Beltrán lo nombró en 2004 director del Instituto Veracruzano de Educación para Adultos (IVEA). Desde ese cargo, impulsó un proyecto visionario: la educación universitaria para adultos. Junto a un grupo de colaboradores, fundó la Licenciatura en Educación para Adultos, iniciativa que tuvo un éxito inesperado. Fue en este contexto que el autor de este texto comenzó su colaboración como docente solidario.
Ante la impugnación del Gobierno Federal a este proyecto, el maestro Zúñiga Martínez, perseverante en sus ideales, fundó el Instituto Veracruzano de la Educación (IVE). Bajo esta nueva institución, se abrieron diversas carreras, aunque no estuvieron exentas de críticas por la falta de Reconocimiento de Validez Oficial de Estudios (RVOE). Finalmente en 2010, funda la Universidad Popular Autonoma de Veracruz.
Epílogo: Los ecos
Hoy, diez años después, cuando imparto historia en la UPAV -esa utopía hecha ladrillos-, siento que su voz resuena en cada pasillo. Los grandes hombres no mueren: se traducen. Don Guillermo se tradujo en bibliotecas, en cátedras, en esa terquedad veracruzana de creer que la educación puede ser popular sin dejar de ser excelsa.
Xalapa ya no es la misma. Tampoco debería serlo. Cuando un hombre dedica su vida a cambiar una ciudad, lo menos que puede hacer la ciudad es cambiar para honrarlo.
Invitación, el próximo miercoles 23 de abril del 2025, en las instalaciones del Casino Jalapeño en la calle Manuel Gutiérrez Zamora 12, Zona Centro, Jalapa Enríquez Centro, 91000 Xalapa-Enríquez, Ver., a las 13 horas, sencillo homenaje con la participación de Rafael Hernández Arias, Uriel Flores Aguayo, Jorge Lara de la Fraga, y un servidor.