El diario Reforma, “pasquín inmundo”

“¡AMLO siembra odio y división entre los mexicanos!”, intelectuales

Tiene razón López Obrador al asegurar que ha sido el presidente más atacado en 100 años.

Se lo ha ganado.

Su voluntarismo, alianzas criminales, la indolencia ante la salud pública, el tumbar la economía para mantener ejércitos de chairos y ese señalado desprecio por la opinión pública manifiesta en los medios de comunicación, lo han colocado en tan deshonroso lugar.

A la censura por sus repetidos abusos de poder e impericia en el ejercicio de la cosa pública, se suma la clase pensante de México, al advertir que el “odio presidencial puede llegar al rio”.

Científicos, académicos, intelectuales y periodistas advierten en un desplegado profusamente difundido, que la libertad de expresión y la democracia están bajo en asedio presidencial.

La gota que derrama el vaso se registra luego de las revelaciones del periódico Reforma en donde se reseñan los negocios de la familia de Andrés Manuel López Obrador, en el municipio de Macuspana, mismos que encabeza su cuñada Concepción Falcón, señalada por un desvío de 223 millones de pesos.

La denuncia desencadenó la ira del presidente, misma que dio pie para calificar a Reforma como “pasquín inmundo”.

En realidad, en repetidas oportunidades el Peje se ha manifestado de manera despectiva contra la prensa y los periodistas.

La ha emprendido contra el periódico El Universal al que nomás no puede domar, al igual que a El Financiero y El Economista. Lo mismo sucedió con “La Jornada”, sometido meses después tras llevarlo al carril publicitario con 251 millones de pesos anuales y, ahora sí, considerarlo “el mejor periódico del mundo”.

En sentido proporcional empujó a la oficialidad al semanario Proceso y las televisoras a las que atascó de dinero.

No así con Loret de Mola.

Tampoco con “Nexos” ni con los críticos más leídos como Raymundo Riva Palacio, Ricardo Alemán, Brozo o el propio López Dóriga a quien detesta, al igual que a Ciro Gómez Leyva y Pepe Cárdenas.

Con el rostro descompuesto aseguró en días pasados que el periodismo de “Reforma” es una vileza y sin acordarse de más adjetivaciones cerró acusándolo de “protector y patrocinador de Carlos Salinas de Gortari”.

Estaba tan congestionado por la ira que ya no supo responder si la cuñada era inocente por qué entonces renunció a la sindicatura y con ella, en masa, el Cabildo de Macuspana, designado por el Congreso local; ni por qué el propio presidente municipal, Roberto Villalpando Arias, abandonó el cargo so pretexto de tener coronavirus.

Para el diputado del PRD, Ricardo Fitz no son 200 millones sino 355 millones de pesos las “anomalías por aclarar”.

Esta escalada de sospechas fundadas de corrupción nos lleva al pasado 20 de agosto cuando se hicieron públicos dos videos en donde aparece el otro hermano de López Obrador, Pio, recibiendo dinero de David León, difusión que pararía en seco el fabricado escándalo del exdirector de Pemex, Emilio Lozoya.

“Son donaciones”, justificó López Obrador.

El escándalo familiar evocaría asimismo a su otra cuñada incómoda.

La Contraloría General de Veracruz presentó el 10 de mayo de 2017, una denuncia ante la Fiscalía del estado contra Carol Jessica Moreno Torres, cuñada de Andrés Manuel López Obrador, por presunto desvío de 80 millones de pesos cuando se desempeñaba como Oficial Mayor de la Secretaría de Educación estatal.

El Contralor del estado en ese entonces, Guillermo Moreno, dijo que se utilizaron 20 empresas fantasma dentro de la Secretaría de Educación de Veracruz y que existen en la Fiscalía General, al menos 80 denuncias en contra de la esposa de Arturo López Obrador.

Regresarían además al imaginario colectivo los intempestivos negocios de los hijos del Peje, tres mayores de edad y uno adolescente, quienes -salvo el menor- de la noche a la mañana dieron a conocer la aparición de una empresa de chocolates “Rocío Chocolate”, la cual nombraron así en honor de la primera esposa de López Obrador, ya fallecida.

La empresa millonaria se encargaría desde la siembra del cacao hasta su transformación en barras de chocolate.

En paralelo los hijos, que no se dedicaba a nada relevante hasta antes de que llegara el papá a la Presidencia, decidieron incursionar en la venta de cervezas y refrescos artesanales.

Son historias de familia que en modo alguno ponen en tela de juicio la sinceridad en las decisiones y arrebatos presidenciales.

Y es que quien tiene la lengua larga debe tener la cola corta.

Andrés Manuel López obrador no puede ser tan despectivo con la prensa nacional, ni hablar de inmundicias de los medios de comunicación cuando el saldo de su gobierno y el familiar les son totalmente adversos.

Menos cuando las cifras le restriegan en la cara su incompetencia que, en otras palabras, no es mas que un signo de corrupción.

En su breve mandato se cuentan 130 mil muertes, 70 mil por Covid -19 y 60 mil por crímenes por la laxitud con los carteles. A ello se suman dos mil femicidios, 30 periodistas asesinados; 10 millones de empleos perdidos, 10 millones mas que regresaron a la pobreza extrema, las arcas vacías por el dinero entregados a ninis y chairos y la escalada de corruptelas empezando por sus hijos, hermanos y cuñadas.

López Obrador podrá decir misa y difamar a los periodistas cuanto quiera, pero jamás podrá detener la difusión de sus rapacerías y su mal gobierno ya que por cada comunicador que elimina, decenas más están listos para denunciarlo y por más tuertos y moléculas que invente, la verdad prima.

Tiempo al tiempo.

 

*Premio Nacional de Periodismo