EL CIERRE DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN

ACONTRACORRIENTE

EL CIERRE DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN

Manuel del Ángel Rocha

El triunfo electoral de Miguel Ángel Yunes Linares, trae por consecuencia el finiquito de un sistema de insidias esparcida durante doce años por el gobierno de la fidelidad-próspera. El enemigo favorito se convierte ahora en gobierno, y posible justiciero, de una administración además de cleptómana, facciosa y baladí. Los que se van, sembraron un estado de excepción, y para ello se apoyaron en un sinnúmero de medios de comunicación, casi todos comprados (con muy honrosas excepciones), y también de los muy famosos texto servidores (ya se forman para el perdón y la catequización convenenciera, que la tienen bien practicada), que instruidos casi fanáticamente, ya no solamente filtraban la nota o el cometario tendenciosos. Hicieron medios, carísimos (impresos y radiofónicos), ex profeso para denigrar al político choleño. La calumnia llego a niveles inverosímiles, por la bajeza del nivel del contenido y la capacidad de invención de los embustes, que una  a una fueron desmentidas, y lo peor para ellos,  como el boomerang, todas acabaron por invertírseles.

Hoy varios de aquellos medios han anunciado que cerraran sus ediciones, porque  argumentan, viven una quiebra financiera, que apenas a una semana de la derrota de sus mecenas, se enteran de ello. Será que el Sistema de Administración Tributaria (el SAT), a instancias de  auditorias en su balance financiero y fiscal, les descubra que poseen muchos, pero muchos mas bienes y ganancias de lo que hasta ahora han declarado a la oficina de Hacienda?. Y la argumentación es fácil para no seguir en  la complicidad, opacidad e impunidad, de sus promotores: quiebra financiera. Se acabó la parcialidad flagrante y el amarillismo reiterativo. Estos medios actuaron en todo momento, durante doce años,  como tribunales inquisitorios,  donde  solo uno era el malo, mientras los “buenos”, se ceñían la corona en las sienes y se llenaban las bolsas con el dinero de los veracruzanos.  Y así la redundancia al infinito, tocando incluso lo mas sagrado de cualquier ser humano; la familia.

A pesar del alud informativo adverso, la sociedad, que con incertidumbre, superó la desconfianza  sembrada, y no se puede negar  que no hubiera  bajas, y disminución en la aceptación, pero  logró remontar su impase, al corroborar que solo se trataba del entuerto dirigido, especializado en  especular, inventar, mentir, tergiversar, y  atribuir supuestos, sin confirmar. Sinónimos y más sinónimos del denuesto, que  afortunadamente no terminaron por convertirse en verdad.

Muchos nos preguntábamos la verdad de Perogrullo, y la obligación de la prensa a informar, investigar, analizar con objetividad, con ética y racionalidad, para equilibrar la avalancha de escarnios, y simular los vicios que evidenciaba   la entrega de la zalea al  gobierno en turno?. Casos excepcionales, a pesar del descredito del gobierno Duartista y el clamor social de justicia y transparencia. Separando por supuesto  el trabajo de reporteros y fotógrafos, que de manera profesional, a pesar de los bajos salarios, y los riesgos implícitos de ser periodista en Veracruz, siempre han correspondido con la sociedad,  que ante las actuales circunstancias, serán los primeros afectados. El gobierno entrante, tendrá que tomar cartas en el asunto, porque habrá cantidad  de comunicadores que se quedaran sin la mínima protección salarial.

Aun en su estrategia de desinformar a la sociedad, el gobierno y las empresas periodísticas, y los bien llamados texto servidores, no pudieron disminuir la falta de credibilidad  en ellos. La manipulación fue descubierta y tanto el día de la  elección, como ahora que las empresas periodísticas se declaran en bancarrota, la sociedad sabe  que se trata de un engaño mas de los mismos vividores y saqueadores del presupuesto. Aquí no hay de Fuenteovejuna, y para los escépticos, no hay linchamientos positivos, solo el aporte de una sociedad redimensionada, crítica, en sintonía con una opinión pública exigente,  que   hizo valer su voto y su veto, en contra de un poder ignorante y palaciego que sucumbió  ante el espejo de su propia idolatría. Ahora a pagar la osadía, porque a todo santo,  le llega su misa. No hay mal que dure cien años,  lo dice la historia, no yo.