Si le preguntas lector a cualquier candidato a la alcaldía de Xalapa que no sea Ricardo Ahued, cómo va en las encuestas, invariablemente te contestará que va en segundo lugar, sólo debajo del senador con licencia. Y te lo va a decir rebosante de alegría, como si el segundo lugar fuera la meta.
Cinthya Lobato, Raúl Arias Lovillo, Uriel Flores y hasta José Alberto Pérez “El Chocolate” te dirán lo mismo. Bueno, incluso Antonio Frutis que está en las antípodas, dice a sus cada vez más escasos seguidores que al único que le falta alcanzar y rebasar es al abanderado de Morena.
Lo cierto es que la contienda sigue igual que cuando empezó, con Ricardo Ahued y David Velasco compitiendo por el primer lugar y los demás enfrascados por el tercer sitio del que difícilmente pasarán.
Contra lo que pudiera suponerse David Velasco no se ha desfondado como se rumoró la semana anterior, al menos así lo evidencian sus recorridos del sábado y domingo cercanos a los multitudinario.
Pero Ricardo Ahued no se ha dormido en sus laureles y ha redoblado el paso. Esto lo demuestran sus muy concurridos eventos.
Lo que está en su apogeo es la guerra de encuestas que también juegan. Y vaya que sí.
Aunque pocos creen en ellas porque las casas encuestadoras se han especializado en hacer encuestas a modo del cliente, son el único parámetro del que se disponemos para saber más o menos cómo van los candidatos.
El jueves anterior se difundió una donde Raúl Arias Lovillo, candidato de Movimiento Ciudadano aparece en segundo lugar de las preferencias, sólo debajo de Ricardo Ahued y arriba del candidato de la alianza PAN, PRI, PRD, David Velasco al que manda al tercer lugar.
Pero las cejas se levantan cuando se advierte que el ex rector de la UV tiene el 33 por ciento de las preferencias por un 37.3 por ciento de Ricardo Ahued y un 29.7 por ciento de David Velasco.
¿De dónde subió tanto don Raúl cuando en la mayoría de los sondeos aparece con un 6 o 7 por ciento de aceptación entre el electorado?
Se entiende la estrategia de su equipo de campaña al generar la percepción de que don Raúl está bien posicionado. Es parte del juego electoral con el fin de allegarse votos, aunque sea un recurso tramposo y muy sobado.
A ocho días del término de las campañas la mayoría de los xalapeños ya tienen bien pensado por quién van a votar y lo que le queda a los candidatos es guiñarle el ojo al 15 por ciento de indecisos que hay en la ciudad capital.
Ese porcentaje es el que inclinará la balanza y definirá la elección porque votará mayoritariamente por los punteros.
Basado en esa premisa, mi pronóstico es que no habrá sorpresas en Xalapa. El próximo presidente municipal será David Velasco o Ricardo Ahued. Y quien quede del tercer lugar hacia abajo, será lo que le sigue a irrelevante.
Todo esto, salvo tu mejor opinión, estimado lector.
Rocío Ojeda, en busca de la rectoría de la UV
Rocío Ojeda Callado catedrática de tiempo completo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación, dio a conocer su intención de contender por la rectoría de la Universidad Veracruzana cuyo proceso de renovación iniciará en junio próximo.
En conferencia de prensa, la aspirante mencionó que su proyecto cuenta con el respaldo de académicos, investigadores y estudiantes de las cinco regiones de la UV, además de que su experiencia de 37 años como docente le han permitido conocer los problemas de la Máxima Casa de Estudios de Veracruz.
Al hablar de lo que será el proceso de elección, confió en que los integrantes de la Junta de Gobierno no se dejarán presionar a la hora de elegir a quien sucederá a Sara Ladrón de Guevara. “Cuando hablamos de la Universidad Veracruzana como botín, debemos recordar que la elección depende de un grupo de nueve notables de total prestigio que no aceptarán ninguna presión, estamos seguros que tomarán la mejor decisión que favorezca a nuestra Universidad”.
Ojeda Callado dijo que no descarta que los planes de estudio sufran cambios porque la educación a distancia “llegó para quedarse” y ello requiere adecuaciones para que los alumnos puedan tomar clases de manera presencial y virtual.
Aseguró que trabaja en la elaboración de un diagnóstico en las diversas regiones para determinar el estado en el que se encuentran las facultades y detectar con precisión sus necesidades, con el fin de elaborar un plan de trabajo que satisfaga con alternativas los requerimientos de la institución.
No está de más apuntar que no es la primera vez que Rocío Ojeda contiende por la rectoría de la UV. Lo hizo en 2017 pero perdió ante Sara Ladrón de Guevara que fue reelecta para un periodo más.