Disputa entre bandas

Es lamentable conocer que por ese concepto que se conoce como poder y ambición tenga que morir alguien, solo para demostrar quien tiene más poder. Estado efímero que corrompe y daña a todo aquel que no tiene los principios elementales de un ser humano.

El fiscal general del estado de Veracruz Jorge Winckler es del Partido Acción Nacional (PAN) lo dejó como legado el ex gobernador Miguel Ángel Yunes Linares para bloquear cualquier intento de denuncia en su contra.

El “gobernador” Cuitláhuac García, una persona sin experiencia, sin presencia, es del partido Morena.  En un principio él y su agrupación, trataron de sacudirse al fiscal para poner uno a modo y no tener que compartir de alguna forma, el poder ministerial en el estado.

Como no pudieron por los candados que el PAN les dejó, se inició una guerra a base de boicots    entre las dos bandas.

Si la fiscalía del PAN recibe una denuncia o querella en la que tenga que apoyarse con la policía preventiva de Morena, la secretaría de seguridad pública, le niega el apoyo, para hacer quedar mal a la fiscalía panista.

Esta situación en nada  perjudica o daña al  fiscal, sino a la ciudadanía que necesita esa diligencia, y en contra parte el “gobernador” tampoco resulta afectado si el fiscal busca hacerlo quedar mal.

Por su parte la fiscalía si se trata de investigar el alto índice de homicidios en el estado de Veracruz, hace caso omiso para que se culpe al gobernador de la inseguridad que prevalece en el estado y que da origen a una serie de asesinatos, sobre todo de mujeres.

 

Por ese y otros conceptos, Veracruz es uno de los estados en donde más crímenes contra mujeres se ejecutan, sin que haya una estrategia para inhibirlos.

Y obvio, algunos se preguntarán;  ¿Qué de importancia tiene esta disputa?

Y la respuesta es muy sencilla.

Ya tenemos la primera víctima directa de esta estéril disputa.

Desde el 2018  el periodista Jorge Celestino Ruiz Vázquez denuncio amenazas del alcalde de Actopan, Veracruz, José Paulino Domínguez, según  la investigación ministerial 114 /2018, en donde se asentó porque este tenía intenciones de matarlo.

Se mencionó que todo fue por denunciar públicamente, sobre  un desvío de dinero del erario público del Ayuntamiento de Actopan, para resolver un problema legal de uno de sus hijos. Hasta donde se sabe los datos precisos salieron del mismo ayuntamiento.

La fiscalía del PAN en lugar de investigar el hecho, solo se concretó a solicitar vigilancia policiaca para él periodista, ante secretaría de seguridad pública de Morena y obvio, ante esa oportunidad, le fue negado el apoyo al periodista, como venganza a la fiscalía.

Para el fiscal panista se constituyó también en una oportunidad y omitió la investigación, para que en caso de que se hiciera efectiva la amenaza, de la cual se tenían indicios que se cumpliría por haber sido ya baleado con anterioridad, se culpara al gobernador.

El viernes 2 de agosto del presente año el periodista Jorge Celestino Ruiz Vázquez fue asesinado en su domicilio.

Tanto para el “gobernador” Cuitláhuac García de Morena, como para el fiscal del PAN Jorge Winckler, todo salió a la perfección. El primero acusa al segundo de no atender la denuncia, y el segundo acusa al primero de haberlo dejado desprotegido.

Después del asesinato llovieron las condenas contra el crimen del modesto periodista y como espectador la Comisión Estatal de “Atención y Protección” a Periodista (CEAPP) un elefante que no camina, pero devora presupuesto.

Y obvio, después de “condenar” también el homicidio del comunicador, el alcalde de Actopan,  José Paulino Domínguez Sánchez del PAN, de inmediato pago entrevistas en periódicos nacionales para negar que lo haya mandado a matar.

El fiscal se lavó las manos y culpo al gobernador de desproteger a través de la secretaría de seguridad, al periodista.

El gobernador por su parte declaró a los medios afines, con un marcado desprecio, “que el crimen no afectaba a su gobierno” como claro mensaje al fiscal.

En Actopan, una madre, una esposa y unos hijos lloran la muerte de su familiar.

Jorge Celestino Ruiz Vázquez el periodista asesinado, no solo es el primer comunicador sacrificado en el gobierno de Cuitláhuac García de Morena, sino la primera víctima de la disputa por el poder en Veracruz entre dos bandas; el fiscal panista y el gobernador morenista.

¿Quién más tiene que morir?