*Es que ya nadie cree a los Dioses de la Cuatro T
*Vacuna contra la Pandemia se sigue politizando
DESDE QUE el Presidente Andrés Manuel López Obrador informó a los mexicanos que se había contagiado de CoVid19 –en gran medida por desafiar los llamados de la Secretaría de Salud a mantenerse en casa o Palacio Nacional, guardar la sana distancia y usar cubrebocas en eventos públicos-, como que la noticia no acaba de convencer a muchas personas, sobre todo cuando se tiene el antecedente de la Secretaria de Energía, Roció Nahle que se “enfermó con síntomas leves” cuando se vino la crisis del petróleo al bajar el precio de la mezcla mexicana de exportación debido a fuertes dudas en torno a la recuperación de la demanda; o cuando Irma Erendira Sandoval, titular de la Función Pública tuvo, igualmente, “síntomas leves” en plena investigación al director de Comisión Federal de Electricidad, Manuel Bartlett Diaz, o Arturo Herrera Gutiérrez, titular de Hacienda también presentó “síntomas leves” luego de que el Banco de México decidió reducir en 50 puntos base la tasa de interés de referencia a 5 por ciento, desde el 5.50 por ciento previo, esto debido a que la economía mexicana se enfrentaba a un entorno muy complejo desde Abril. Y es que este día difunden una fotografía del Presidente López Obrador tras su diálogo con su homólogo de Rusia, Vladimir Putin, y contrario a lo que se indica de que estaba en su residencia de Palacio Nacional, el jefe de las Instituciones Federales se le ve sentado en la silla presidencial que está en su despacho de Palacio, por lo que sería una irresponsabilidad haber acudido a ese lugar a trabajar cuando de antemano sabe que podría seguir engendrando una enorme contagiadera, como ya lo hizo con el Secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard y, seguramente, otros funcionarios que le acompañaron el fin de semana. Por ello, porque a diario miente en sus discursos tratando de minimizar eventualidades, es que al Presidente, con todo respeto, ya no se le cree nada, y menos cuando se encuentra inmerso en tantas polémicas, incluidas electorales como reunirse con abanderadas.
SE HA informado que ni su esposa ni su hijo, lo más cercano a su persona, están contagiados, y que bueno que así sea, y ojalá nos equivoquemos respecto a AMLO. Y si en realidad contrajo el CoVid19 y no está fingiendo, le deseamos pronta recuperación como seguramente ocurrirá porque a su servicio estarán los mejores médicos del País encabezados por el titular de Salud Jorge Alcocer, y no tendrá la desgracia de hacer fila en los nosocomios públicos como el IMSS, ISSSTE y otros donde la demanda de médicos de insumos para protegerse de contagios. No deseamos pensar que el Presidente este usando el presunto contagio para decir que pudo haberse vacunado pero decidió esperar su turno, justificando de otra manera el que se rompiera con el plan de vacunación que primero inmunizaría a personal médico, pero que por las pistolas del mandatario se desvió en favor de los servidores de la Nación y profesores en Campeche, un Estado en semáforo Verde que pudo haber esperado. Si el Presidente realmente se contagió de CoVid19, realmente esperamos su pronto restablecimiento, ya que ni por un instante desearíamos que algo malo le pasara, por lo que representa pero, también, porque se trata de un ser humano y nadie merece morir o verse afectado por los efectos de una enfermedad que, por otra parte, desafiamos como si fueramos semidioses o el Salvador o nuevo Mesías venido a la tierra a redimir de nuevo a un pueblo, en este caso a los mexicanos.
POR LO demás, aunque la percepción al interior de seguidores es que el Presidente Andrés Manuel López Obrador es tan bueno que ha permitido que Gobernadores y particulares adquieran vacunas contra el CoVid19 en aras de desterrar lo más rápido posible esa enfermedad que hasta la noche del domingo había cobrado la vida de 149 mil personas, mientras que en 24 horas se suscitaron 10 mil 872 para un acumulado de 1 millón 763 mil 219, lo cierto es que al mandatario nacional le cayó “como anillo al dedo” la propuesta de los mandatarios Estatales que ya no ven una ante el embate de la enfermedad, y en ese tenor, fiel a su tacañería disfrazada de ahorro, vio la oportunidad de ahorrarse unos centavos (léase miles de millones de pesos) y que sean los mandatarios Estatales quienes coadyuven con dinero en la compra de los antídotos. Lo que no saben los Gobernadores es que si, finalmente, se autorizan los permisos y los gobernantes no tienen dinero suficiente para adquirir las dosis necesarias, y la vacunación fracasa, el Presidente tendrá un pretexto para tacharlos de incompetentes de cara a los comicios de Junio, porque se quiera o no aceptar, las vacunas y la vacunación –que son cosas distintas- ya se politizaron, y cada cual busca llevar agua a su molino erigiéndose en los grandes salvadores de la patria, cuando se encuentra inserto en la constitución la obligación del Ejecutivo Federal de velar por la salud de los gobernados.
EL ARTICULO 4º constitucional es muy claro en su fracción tercera cuando señala que “toda persona tiene derecho a la protección de la salud. La ley definirá las bases y modalidades para el acceso a los servicios de salud y establecerá la concurrencia de la Federación y las entidades federativas en materia de salubridad general, conforme a lo que dispone la fracción XVI del artículo 73 de esta Constitución”, que, por otra parte señala: 1a.- El Consejo de Salubridad General dependerá directamente del Presidente de la República, sin intervención de ninguna Secretaría de Estado, y sus disposiciones generales serán obligatorias en el País. 2a.- En caso de epidemias de carácter grave o peligro de invasión de enfermedades exóticas en el País, el Departamento de Salubridad tendrá obligación de dictar inmediatamente las medidas preventivas indispensables, a reserva de ser después sancionadas por el Presidente de la República. 3a.- La autoridad sanitaria será ejecutiva y sus disposiciones serán obedecidas por las autoridades administrativas del País. Y eso lo sabe el Presidente que tampoco ignora que abrir la compra de vacunas por parte de Gobernadores y particulares solo provocará actos de corrupción en donde lo que se pone en riesgo es la vida de los Gobernados.
COMO FUERA, EL presidente López Obrador anunció el viernes que su gobierno permitirá a particulares y funcionarios públicos comprar vacunas contra el Covid-19, lo que había sido una demanda de empresarios y Gobernadores, y aunque Alejandro Cossio Hernández indicó que ya tenía apalabradas y compradas 2 millones de dosis de la vacuna Sputnik V contra el Coronavirus que serían vendidas al Gobierno de Nuevo León, Rusia y Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, gobernador de esa Entidad lo desmintieron argumentando que el veracruzano ni ha firmado exclusividad para 2 millones de vacunas anticovid ni Nuevo León se las comprará. Ahora que si finalmente los Gobernadores no obtienen el permiso porque los laboratorios aun no venden la vacuna sino que solo están a pruebas, que mal hace el Gobierno Federal en seguir mintiendo a los Gobernados que creemos que ha gastado miles de millones en las dosis. OPINA [email protected]