*Salvan cárcel con solo delatar y gozan lo robado
*Caso Cienfuegos Zepeda producto de vendettas
AUNQUE TAMPOCO debió permitirse que Emilio Lozoya Austin gozara de beneficios con solo delatar –vaya usted a saber si con certeza o dolo- a sus ex compañeros de gabinete, incluido, el ex Presidente Enrique Peña Nieto, es buena la postura del Presidente Andrés Manuel López Obrador cuando considera que el ofrecimiento de Emilio Zebadúa, operador de Rosario Robles Berlanga -tanto en la ex Secretaria de Desarrollo Social como en Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano-, de convertirse en testigo protegido para revelar detalles sobre presunto financiamiento ilegal de la ahora reclusa a las campañas del PRI, “es un asunto muy feo, muy bajo, porque se trata de vendettas; deja un ambiente de mucha descomposición”, porque de no parar a los “sapos” oportunistas y convenencieros, este País se convertirá en un puerto de delatores, en muchos casos de inocentes –como quizá ocurre con el caso del General Salvador Cienfuegos Zepeda, ahora detenido en los Estados Unidos tal vez por obra y gracia de algún delincuente delator que al aportar lo que la Unión Americana quiere, salva el pellejo y de paso reduce su pena, o en el mejor de los casos es dejado en libertad con otra identidad. Es definitivo que no se puede confiar en la palabra de un delincuente o presunto malhechor, porque de antemano trae el sino de la descomposición que lo llevo a la comisión de actos ilícitos, y cuando la justicia lo reclama se le hace fácil empinar hasta a la autora de sus días como buenos cobardes, sabedores de que al hacerlo les reducirán penas para salir a disfrutar de todo lo pillado.
AMLO RECONOCE que al ofrecerse Emilio Zebadúa como testigo protegido, está en su derecho de hacerlo, “pero es un asunto muy feo, muy bajo, de descomposición, porque si se participa en un grupo y luego hay estas vendettas, pues deja un ambiente de mucha descomposición. Pero bueno, así estaban las cosas, así estaba de podrido, y el chiste, pues este mecanismo legal que antes no se aplicaba, ahora se está aplicando y todo el que quiera acusarlo puede hacerlo para garantizar que no lo castiguen tanto”. El Presidente recordó que acaba de darse un caso que pasó desapercibido, pero que va a ser revisado: “lo del procurador de Nayarit, que lo condenaron a 20 años de cárcel porque actuó como testigo protegido (dicen que en contra, incluso, del General Cienfuegos Zepeda). Entonces, dice López Obrador, es finales de Septiembre y poco después, en Octubre, lo del general Cienfuegos y toda la acusación del general Cienfuegos gira a partir de supuestos hechos cometidos o relacionados con Nayarit. Por ello, advierte, “nosotros vamos en su momento a pedir aclaración de todo esto; ahora no, porque estamos cuidando el no meternos en la parte electoral, como no debemos de hacerlo, pero tenemos que revisar todo esto; cómo es que se dan estas aprehensiones, quiénes intervienen, sobre los acuerdos que hay con agentes de Estados Unidos que actúan en México. Nosotros tenemos que agradecer, repito, ya lo he dicho, que el presidente Trump ha sido respetuoso, no se ha interferido, no han participado en acciones encubiertas o no ha habido acuerdos para que las agencias extranjeras intervengan en nuestro país, no se ha permitido y ellos han sido respetuosos en eso. Sin embargo, hay temas que queremos aclarar bien sobre esa relación, nada más estamos esperando que pasen las elecciones.
AMLO RECOMIENDA que los criterios de oportunidad o testigos protegidos no deriven en impunidad para las personas que solicitan estos beneficios. “No debe de haber impunidad, o sea, que no se abuse. No por declarar ya me quedé yo sin ninguna culpa, nada más por involucrar a otras personas yo ya no tengo culpa, aunque haya participado. Yo creo que el espíritu de esta ley es el que se puedan reducir las penas, pero no exonerar y sobre todo cuando se trata de bienes que fueron sustraídos del erario público, de la hacienda pública. Se tiene que buscar la devolución del dinero, que es lo más importante, para la reparación del daño. Yo creo que eso la fiscalía lo está considerando. Y, repito, le tengo confianza al fiscal para que se actúe con rectitud y también que no haya persecución, que no haya venganzas, que se aplique la ley sin consigna. También que no haya impunidad, porque imagínense que nosotros nos quedemos con un expediente en donde hay presuntos delitos y nos quedamos en el gobierno con esos expedientes, con esas acusaciones, pues estamos encubriendo y seríamos responsables. Entonces, la instrucción que he dado a la oficina sobre investigaciones financieras y a todas las dependencias del Ejecutivo es que al momento de conocer de un posible ilícito, de inmediato se entregue el expediente a la fiscalía. No tenemos nada pendiente, siempre la instrucción es: tenemos esto, envíalo, dale trámite, que la fiscalía resuelva, no quedarnos nosotros; que solicita el INE información a Hacienda sobre el manejo de dinero, todo, sea quien sea, trátese de quien se trate.
Y VAYA que le asiste la razón al Presidente, y lo referimos en una reciente entrega en la que advertíamos de los riegos de que México se convierta en una Nación de sapos, en donde el criterio para evadir la ley sea delatar a quienes fueron tus jefes y, por ende, te invitaron a formar parte de un Gobierno, pero por conveniencia o cobardía no denunciaste en tiempo y forma sino cuando la lumbre te llega a los aparejos. Y es que para eso están las instancias de investigación financiera y penal, para llegar hasta las últimas consecuencias cuando se cometen actos que violentan la ley y atentan contra las instituciones, y tanto Emilio Lozoya –que debería estar en una cárcel de alta seguridad- como Emilio Zavadúa deberían pagar por sus latrocinios si la ley los encuentra culpables de actos delictivos.
POR LO demás, Luis Alberto de Meneses Weyll, principal funcionario de la empresa Odebrecht que sobornó a Emilio Lozoya Austin, confesó a la justicia brasileña haber entregado 10.5 millones de dólares al ex director de PeMex entre 2012 y 2014, pero asegura que jamás tuvo contacto con ningún otro exfuncionario público; solo Lozoya. “Ni siquiera conoció al Presidente Enrique Peña Nieto ni tuvo contacto con legisladores. Meneses, dice su abogado Carlos Kauffmann, no sabe lo que hizo Lozoya con el dinero, y está tratando de adjudicarle pagos ajenos a Odebrecht, pagos que no son de Odebrecht (…) Si alguien está intentando colocar en Weyll o en Odebrecht pagos que no se realizaron, eso nosotros no lo vamos a admitir”. Dejó en claro que Meneses no estaba al tanto del destino de los sobornos. “Lo que Emilio Lozoya hizo con los pagos, eso no le competía a Luis Weyll decidir ni cuestionar (…) El único que sabe lo que hizo es Emilio Lozoya”, pero Lozoya es protegido de la Fiscalía General de la República y del Presidente López Obrador para que empine al mayor número de priistas de cara a las elecciones del 2021, entre otros Luis Videgaray Casso al que, por lo pronto le avisaron que había orden de aprehensión en su contra con antelación para que se ampare y poder seguir cumpliendo el pacto con Enrique Peña Nieto. Así las cosas…OPINA [email protected]