*Solo Barbosa lo desbanca del primer sitio
*En solidaridad no hay que exigirle tanto
NO DEBERIAMOS ser tan exigentes y desconsiderados con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez al requerirle mayores resultados en materia de seguridad (aumento de feminicidios, homicidios dolosos, secuestros, asaltos y extorsiones), empleo (casi 71 por ciento de la población en la informalidad y el resto desocupado o subempleado) y atención a la salud (sobre todo en rubros como el CoVid19, influenza, dengue y VIH/Sida), cuando una reciente encuesta de Arias consultores le otorga el vergonzoso penúltimo sitio como el peor calificado de los 32 gobernantes del país, solo por debajo de Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, el mandatario poblano que casi se ufanaba del accidente que costó la vida a su antecesora Martha Erika Alonso Hidalgo y su esposo, el senador Rafael Moreno Valle en aquel sospechoso y fatídico accidente ocurrido el 24 de Diciembre de 2018, cuando “se desplomó” el helicóptero en el que viajaban con destino a la capital del país. Y no deberíamos presionar tanto a nuestras autoridades ya que el sondeo los sitúa en el justo medio de su intelecto y capacidades; en pocas palabras, es como exigir peras al olmo u orquídeas al zapote negro (nada que ver con bolas y mucho menos con el chavo del ocho), pues a decir verdad, hacen lo que pueden. Y es que el asunto del Gobierno de Veracruz es como si se exigiera a niños de primaria descubrir la vacuna contra el coronavirus o el Sida, cuando verdaderos expertos no han podido con el paquete. Por ello, lo mejor sería resignarnos ya que, por otra parte, ni por honestidad consigo mismos van a renunciar a un cargo que les da poder, aunque el poder sin intelecto se convierte en distorsión y abusos.
NO HABIAMOS querido insistir en el tema de las encuestas, y menos en las que afectan la imagen de nuestro amado gobernante, pero lo que está ocurriendo en Veracruz con tanta y semejante inseguridad nunca antes vista nos obliga a justificar por qué el ocaso de la entidad encaminada hacia un estado fallido: El gobernador Cuitláhuac García Jiménez es el segundo peor calificado por los ciudadanos, solo rebasado por el de Puebla, Miguel Barbosa, según Arias Consultores. Éste es el resultado de una encuesta levantada a través de redes sociales del 29 al 31 de Julio de este año, según revela el director general de la casa encuestadora, Luis Octavio Arias, la cual coloca al mandatario veracruzano entre los cinco gobernadores con la menor aprobación, y para que no se desconsuele García Jiménez ni se sienta solo, junto con él, los peores evaluados resultaron ser: el de Guanajuato, del PAN, Diego Sinhue Rodríguez, con el 17 por ciento; el del Estado de México, del PRI, Alfredo del Mazo Maza, con 15.8 por ciento; el de Chiapas, de Morena, Rutilio Escandón, con el 15.6 por ciento; el de Puebla, Miguel Barbosa, de MoReNa, con el 6.2 por ciento y, Cuitláhuac García Jiménez, de Veracruz con el 14.3. En suma, uno del PRI, otro del PAN y tres de MoReNa, lo que indica que los emanados de este último partido no están respondiendo a las expectativas de los gobernados y, por tanto, el 2021 podría ser catastrófico para ellos.
DICE ARIAS Consultores que García lleva una batería bastante larga de malas evaluaciones desde Diciembre del 2019, cuando tenía 49.3 por ciento de respaldo, pero ha descendido tanto en la aprobación que su promedio histórico desde entonces a la fecha es 17.9 por ciento, por lo que poco menos de uno de cada cinco veracruzanos aprueba a su gobernador. Cuitláhuac se ha ubicado 10 veces entre los cinco peor evaluados en las 19 mediciones de ese tipo que ha hecho Arias Consultores, y aunque en casi todas las evaluaciones se le ha indicado que sus grandes problemas “muy severos” son la gobernabilidad –que ha dejado en manos del causi porro, Eric Patrocinio Cisneros Burgos- y el de percepción ciudadana –con severas fallas por parte de su equipo de comunicación social que no transmite nada, por el contrario, lo exhibe como recientemente que se salió del palacio para coger un machete y ponerse a chapear un área verde mostrando con ello su verdadera vocación, aunque su equipo quiso difundir la imagen de un gobernante aliado de la sociedad, humilde y dispuesto a ayudar- no funciona, ya que no recibe a nadie en sus oficinas y menos en la vía pública donde nadie se le acerca rodeado como anda siempre de guardaespaldas, y respecto a la humildad ha demostrado ser peor a los que criticaba, pues contrario a la promesa de vender la Casa de Gobierno decidió irse a vivir a esa lujosa mansión, pues alguien le recordó que a los 52 años no posee un bien inmueble ya que toda la vida ha vivido en el hogar de sus padres que se cansaron de que la residencia familiar fuera usada al mismo tiempo como segunda oficina del gobernante, rompiendo con la tranquilidad cotidiana, incluso, de los vecinos que se quejaban de la guaruriza esparcida en la cuadra.
CIERTAMENTE, LOS indicadores de seguridad, salud y empleo están muy bajos, pero no se puede exigir más; es lo que tenemos y hay que aguantar, aunque donde tiene una buena aprobación es en temas de asistencialismo, por los programas sociales que se entregan en Veracruz que, habría que aclarar, no son del estado sino coordinados por el aspirante a gobernador, el superdelegado Manuel Huerta Ladrón de Guevara. Por ello Arias consultores refiere en sus conclusiones: “el gobernador es muy desafortunado en sus declaraciones, maneja la misma línea discursiva que maneja el Presidente de la República con enemigos falsos, ficticios, echándole la culpa a los gobiernos neoliberales, sus líneas son exactamente la misma connotación que el presidente; pareciera que el gobernador Cuitláhuac busca tener la misma comunicación y las mismas herramientas de las cuales dispone el presidente con el objetivo de tener el mismo efecto, pero el gobernador no es el presidente”.
CONTRARIO AL de Veracruz, los gobernadores que mejor calificación tuvieron son: el de Hidalgo (PRI), Omar Fayad, con el 55 por ciento; el de Yucatán (PAN), Mauricio Vila, con el 54 por ciento; el de Tamaulipas (PAN), Francisco García Cabeza de Vaca, con el 53 por ciento; y el de Zacatecas (PRI), Alejandro Tello, con el 51.9 por ciento. Como fuera, el asunto no es si el mandatario veracruzano es más o menos calificado, sino que los efectos de ser el penúltimo entre los peores tiene un efecto negativo en la sociedad que dice gobernar, ya que lejos de las expectativas creadas, no hay generación de empleos, ni baja considerable de la delincuencia –en seis meses como prometió- y mucho menos atención a la salud que es lo prioritario. Y es que en todos los rubros, vamos de mal en peor. OPINA [email protected]