Cuando el destino y la transformación nos alcancen

’20/06/2025’
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Un viejo cómico contaba un chascarrillo de lo que le sucedió con una novia que se consiguió en un viaje; ella le decía “pichoncito, pichoncito mío, mi pichoncito”, él asegura que no tenía idea de porqué le decía así, hasta que “lo desplumó”.

Así a los mexicanos nos ofrecieron una “transformación” y eso para muchos significó una buena noticia aún cuando no estaba claro lo que esa expresión significaba, pero, después del 1 de junio/25 ésto comienza a tomar forma.

Ya se habían enviado claras señales, cuando transformaron el proyecto de un “megahub” aeroportuario (NAIM), diseñado para ser un gran centro de conexión internacional, para “transformarlo” en otro mucho menor (AIFA) que, aunque ha ido aumentando su número de operaciones, su capacidad actual es limitada.

La “transformación” del Seguro Popular por un “ensayo” llamado INSABI que no estaba listo y que quedó exhibido por el Covid-19, dejando miles de personas atrapadas en el contagio sin más alternativa que la misma muerte; para terminar su “transformación” en el programa de IMSS-Bienestar, pero igual, sin atención médica y sin medicinas, aunque quieran presumirnos una “mega farmacia”.

Pero como la “transformación” daba dinero a diestra y siniestra, para el pueblo bueno sonaba a música cada vez que se hablaba de “la cuarta transformación”, “pichoncito mío, mi pichoncito”.

La última “transformación” es el colofón del chascarrillo inicial, porque lo ocurrido el 1 de junio 2025, representa el tiro de gracia al Poder Judicial, para “transformar” la SCJN en la Suprema Corte de Justicia de la Nación Bolibariana, derribando el único poder que representaba la defensa de los derechos humanos del pueblo, consagrados en la Constitución.

No es remoto pensar que pronto habrá una nueva Constitución y todo parece apuntar que ésta se centrará en la defensa de los derechos de los funcionarios del gobierno morenista y no los del pueblo; ya lo habían intentado en la reforma a la ley de telecomunicaciones en donde se acomodó convenientemente una “ley mordaza”, pero como aún no se había consumado la captura de la SCJN, por instrucciones de la Presidente Sheimbaum se regresó a comisiones; pero la nueva estrategia es ir “despacito”, como para irle midiendo el agua a los camotes y para eso empezaron ya en Puebla y Campeche.

Esto debe preocuparnos seriamente, porque la implementación de leyes que restringen la libertad de expresión, denominadas popularmente como “leyes censura”, representan una alarma para la salud de nuestra democracia. Aunque los detalles específicos de estas legislaciones pueden variar, la sola amenaza de normas que limitan la libre opinión y la información, es un llamado de atención urgente por los riesgos que esto conlleva.

Porque pareciera que, de septiembre en adelante, una vez que tomen posesión los nuevos ministros morenistas de la SCJNB, ya no habrá poder alguno que ponga freno a todos los abusos que caerán sobre el pueblo bueno y no habrá voces que se levanten sin riesgo de ir a la prisión.

Vendrán entonces muchas otras acciones ya sin obstáculo legal, que acabarán con todas las libertades; y al no necesitar ya de los votos del pueblo bueno, se acabarán los programas sociales o se reducirán a una libreta de alimentación como en Cuba. Entonces para México estará consumada la transformación, tal como nos lo advirtieron. Porka Miseria.