*AMLO debe pedirlo por feminicidios y crímenes brutales
*Aznar se burla de tabasqueño cuyo apelativo es Español
EL ACTUAL Gobierno, concretamente, el titular del Ejecutivo Federal ha hecho del prefijo “perdón” uno de los instrumentos más socorrido para salirse por la tangente. Y es lo que mismo pide o exige perdón cual si se tratara de ofertar manzanas o adquirir tomates, y en ese tenor lo demanda a naciones que hace siglos invadieron al País pero, concatenado a esa acción nos permitieron una religión y lenguaje universal, además de conocer el significado de la civilización, ya que en la antigua Tenochtitlán se capturaba prisioneros en las llamadas Guerras Floridas para arrancarles el corazón y entregarlos a dioses imaginarios que dizque exigían esos sacrificios para mantener la florescencia de un imperio que venía a menos debido a los fuertes tributos que cobraban el resto de las tribus o pueblos, lo que motivo que al ver a los hombres blancos y barbados, con arcabuces que vomitaban pólvora y metal y arriba de briosos corceles, decidieron unirse a lo que se conoce como conquista. Porque vaya que esta no fue solo por obra y gracia de los españoles, a los que ahora el Presidente Andrés Manuel López Obrador exige perdón, sino de los pueblos originarios que cansados de la opresión, explotación y crímenes cometidos por los Aztecas se unieron a la expedición para acabar con el yugo. Fue, en realidad, una guerra civil encabezada por los ibéricos que poseían mejores armas, monturas y organización, pero escenificada de hermanos contra hermanos, una historia que nadie cuenta por así convenir a los intereses. Con la conquista o derrocamiento de los tenochcas se acabó el canibalismo que practicaban los pueblos de México, las guerras solo para capturar prisioneros y sacrificarlos a dioses paganos, y sobrevino un cambio que si bien provocó la semi esclavitud de los aborígenes, fue otro cura de origen español quien inició una guerra de independencia que nunca vio consumada, y no fue precisamente contra el imperio español sino contra el mal gobierno que se escenificaba en el País.
POR ELLO al demandante Andrés Manuel López Obrador le han refrescado la memoria los españoles en su afán de exigir un perdón que no es capaz de pedir a su propio pueblo, como los periodistas y defensores de derechos asesinados en su Gobierno, la mujeres acribilladas o encarceladas por distintas causas, entre otras la hambruna que las obliga a delinquir o por el hecho de abortar, y a tantas personas que ha ofendido en sus casi tres años de Gobierno, y en ese tenor, el ex presidente de España, José María Aznar ironizó sobre el apellido del mandatario nacional al defender la hispanidad frente al “indigenismo”, y aprovechó para hablar sobre el nombre y los apelativos del presidente a dos días de que el Papa Francisco pidiera perdón a México por los “pecados” perpetrados durante la invasión de la corona española, un acto a nombre de la Iglesia y no del Gobierno Español. Por ello, ante el pedido de AMLO de exigir a España pedir perdón por la intervención española en el País, Aznar ironizó en torno a cada uno de sus dos nombres y par de apellidos: “Andrés” se llama, seguramente, por parte de los aztecas, Manuel por parte de los mayas, López, vamos, es una mezcla inca… y Obrador proviene de Santander”, enfatizó Aznar durante su intervención en una reunión del Partido Popular (PP), la principal fuerza opositora del actual gobierno integrante de la Unión Europea. Y no solo eso; le dejo en claro otro mensaje: “Si no hubiesen pasado algunas cosas, usted (López Obrador) no estaría ahí, ni se hubiera llamado como se llama, ni podía haber sido bautizado. Digo, ni siquiera podría haberse producido la evangelización de América”. José María Aznar lanzó, sin embargo, una felicitación a México por su independencia, al tiempo que aprovechó para poner a López Obrador en su lugar: “Doscientos años del aniversario de la Independencia de México, enhorabuena. Y ahora me cambia usted todas las cosas y dice que España tiene que pedir perdón: ¿Y usted cómo se llama? Yo me llamo Andrés Manuel López Obrador”, arremetió.
DICEN EXPERTOS en conducta humana que si no aprendes a perdonar, quizás seas tú quien pague el precio más alto. Al aceptar el perdón también podrás adoptar paz, esperanza, gratitud y alegría. Y es que perdonar puede guiarte en el camino al bienestar físico, emocional, y espiritual, y AMLO no sabe hacerlo, pues se ha montado en la demanda de perdón por parte del pueblo Español como si a estas alturas eso importara, y menos después de que ambas naciones, México y la Península Ibérica se han hermanado en inversiones, economía, cultura, lenguaje, intercambios de toda índole e, incluso, muchos de los grandes profesionistas mexicanos han cursado estudios en distinguidas universidades como la Ortega y Gasset, en honor del José Ortega y Gasset, filósofo y ensayista español, exponente principal de la teoría del perspectivismo y de la razón vital e histórica, situado en el movimiento del novecentismo, o en la Universidad Complutense de Madrid, la universidad pública más antigua de la capital española considerada una de las más importantes y prestigiosas de España y del mundo hispanohablante.
AHORA BIEN, perdonar significa diferentes cosas para diferentes personas pero, generalmente implica una decisión de dejar atrás el rencor y los pensamientos sobre venganza. Quizás siempre recuerdes el acto que te hirió o te ofendió, pero el perdón puede disminuir el poder que tiene sobre ti y ayudar a que te liberes del control de la persona que lo hizo, porque el perdón puede incluso llevar a tener sentimientos de comprensión, empatía y compasión para la persona que te lastimó. Está claro que perdonar no significa olvidar, ni encontrar excusas para el daño que se te hizo, ni reconciliarte con la persona que te causó el daño, sino que te da un tipo de paz que te ayuda a continuar con tu vida.
POR ELLO, uno se pregunta: ¿Cuándo el Presidente de México, aprovechando que mañana es Octubre, pedirá perdón a los cientos de estudiantes masacrados en la matanza del 2 de Octubre en Tlatelolco, o víctimas del halconazo de 1971, o los miles de cientos de periodistas que han sido asesinados, la mayoría de las veces por entes del Estado; a los migrantes masacrados y encontrados en tumbas clandestinas, o los miles de desaparecidos por policías en tumbas clandestinas ?. Y como ello hay cientos, miles de mexicanos a los que AMLO debería pedir perdón y comenzar por la propia casa, de tal suerte que no solo convierta a esa palabra en parte del discurso caduco, estéril y sin sentido, sino en una realidad. En México hay tela de donde cortar, y uno se pregunta: ¿se atreverá a pedir perdón a los haitianos y centroamericanos golpeados y desaparecidos, y otros muchos asesinados y enterrados clandestinamente?. El buen juez por su casa empieza, y AMLO al parecer, ha convertido el perdón en sinónimo de protagonismo bofo. Así de simple. OPINA [email protected]