Clima de descontento por las decisiones del director de la Escuela Primaria Úrsulo Galván

’24/11/2024’
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Xalapa Ver., 28 de mayo de 2019

ING.CUITLÁHUAC GARCÍA JIMÉNEZ

GOBERNADOR CONSTITUCIONAL DEL ESTADO

LIC. ROBERTO ZENYAZEN ESCOBAR

SECRETARIO DE EDUCACIÓN DE VERACRUZ

P R E S E N T E

Con atención al C. Director de la zona

LO VOLVIÓ A HACER !

Los padres de familia de la Escuela Primaria Úrsulo Galván de la ciudad de Xalapa, clave 30DPR1429Z, cuyo domicilio está en la calle primero de mayo, justo atrás del Teatro del Estado,  hacemos un llamado, de forma anónima, pues tememos que ello pueda generar repercusiones sobre nuestros hijos; para denunciar las inconsistencias que se han registrado durante la administración del actual director de dicho plantel educativo, el “Profesor” Sergio Martín Hernández Arrazola, quien, en menos de un año de haber llegado a la institución, ha generado un clima de descontento entre el personal docente, administrativo y de intendencia, así como entre el alumnado y la sociedad de padres de familia.

La primera instrucción que a su llegada dio este sujeto, cuyas cartas de presentación han sido la prepotencia y el autoritarismo, tal como se tiene conocimiento de su quehacer en la escuela primaria ubicada en maestros veracruzanos donde se desempeñó anteriormente, fue la de cerrar con llave el portón de la escuela, prohibiendo a los maestros y a todo el personal la salida del plantel durante la jornada laboral, situación que a todas luces representa la coartación de la libertad del mismo, así como un riesgo para el alumnado en caso de algún siniestro o eventualidad natural. Esta medida, más que resguardar la integridad de alumnos y maestros, parece originarse a causa de un delirio de persecución propio de un sujeto paranoico que ha llegado al extremo de colocar una cortina al interior de la dirección para no sentirse observado.

Una paranoia bastante conveniente y mudable de acuerdo a sus estados de ánimo, pues cuando, por sus pistolas, sin previo aviso a los padres de familia y de manera intempestiva, decide modificar el horario de salida de los niños; no teme dejar abierto el portón, en ocasiones hasta por una hora o dos, mientras los alumnos “hacen tiempo” en lo que llega la hora en que sus padres van a recogerlos. Según se dice, una de esas varias ocasiones el poderoso motivo que lo obligó a, literalmente, sacar a los niños de la escuela, fue la celebración de su cumpleaños; quizá no alcanzaba el pastel para darles a todos.

Ese sentirse acosado, a saber las causas que lo habrán llevado a semejante estado de conciencia, es quizá lo que lo orillo a apropiarse de un cubículo en el baño de niños, el cual ha destinado para su uso exclusivo, cerrándolo con candado y dando por hecho que los sanitarios abastecen las necesidades de alumnos, maestros y demás personal.

Pero el delirio de persecución del señor director no parece ser su mayor problema de conducta, por el contrario, sólo se trata de una de las manifestaciones de su evidente complejo de dictador, pues sin consultar con los padres de familia y, lo que es más grave, sin haber llevado a cabo un concurso o proceso de licitación que garantizara la imparcialidad de la medida, el “maestro” despidió a las personas encargadas de llevar antojitos, dándole el beneficio de ese servicio de alimentación a personas cercanas  a él,  quienes desde entonces se han encargado de alimentar a nuestros pequeños. A ese respecto, es importante señalar que no nos hace tanto ruido el sentido de lealtad y compromiso del director para con su familia (la práctica del nepotismo parece ser uno de los valores familiares del “docente” pues, a decir de muchos allegados, todos los atropellos que Hernández Arrazola comete son sin el menor temor a represalias, pues asegura estar protegido por un familiar que tiene un alto cargo en la SEV), sino el hecho de que ya han sido varios niños los que se han enfermado por consumir alimentos que son vendidos por esos familiares en la escuela.

A lo anterior se debe sumar el hecho de que, desde el inicio de su administración, el “maestro” Sergio Martín no da cuenta y razón de los ingresos de la cooperativa escolar por concepto de los festivales y las quermeses que organiza, eventos en los que, si bien no ha logrado imponer como obligatorios, dada la precaria economía de muchos de nosotros, sí se empeña en discriminar a los alumnos que no tienen las posibilidades de cubrir sus cuotas, como lo ocurrido el pasado 14 de febrero cuando organizó una presentación de payasos para la que debíamos cooperar con cincuenta pesos por niño; evento durante el cual, sin reparo alguno, encerró en las aulas a los alumnos que no pagaron, con la finalidad de que no vieran el espectáculo.

Actualmente nos hemos dado a la tarea de recabar firmas para exigir al director que se transparente el ejercicio de los recursos de los que no ha querido dar cuenta, pues desde su llegada, y de acuerdo a sus instrucciones, no existen ya reuniones con los padres de familia. Fiel a sus carácter dictatorial, se ha limitado a hacernos saber que planea realizar modificaciones en la infraestructura del plantel, de entre las cuales sobresale como prioridad la ampliación de su espacio de “trabajo”, la dirección, ¿será que para que estén más cómodos los tres Subdirectores que ahí se apoltronan?, medida que, de llevarse a cabo, representaría un enorme riesgo para nuestros pequeños, pues la referida ampliación obstruiría una de las dos únicas salidas de emergencia con las que cuenta el plantel, salida de emergencia que, por si fuera poco y como ya hemos señalado, se encuentra cerrada a piedra y lodo.

Pero eso no es todo, los delirios megalómanos del señor director se extienden más allá de la barda de la escuela, hecho que quedó evidenciado cuando en meses pasados, disponiendo del dinero de la cooperativa, se atrevió a disponer de la vía pública instalando postes y cadenas para delimitar una zona de estacionamiento exclusivo frente al plantel educativo, hecho por demás risible, pues las oficinas de Tránsito del Estado se encuentran a un costado de la escuela. Tremendo golpe a la soberbia y a lo que parece un latente complejo de Pinky y Cerebro (deseos de adueñarse del mundo) del “profesor”, resultó llegar a la escuela la mañana siguiente de su atrevimiento y percatarse de que más tardó él en instalar sus postes que las autoridades de tránsito en cortarlos a punta de cizalla.

Los padres de familia nos preguntamos cómo es posible que personas con este tipo de conflictos existenciales y problemas psicosociales lleguen, ya no a ocupar cargos de directivos en instituciones educativas, sino a formar parte de las filas de profesionales que se supone deberían, ante todo, tener un compromiso con la educación y la formación de nuestros niños. Cuestión que nos lleva a reflexionar sobre este tipo de “docentes” que en gran medida representan el ejemplo a seguir que muchos de nuestros hijos tomarán como modelo para el devenir de su vida. ¿Qué puede estarles enseñando a nuestros hijos un director cuyos intereses, por lo que hemos referido, se inclinan a todo tipo de acciones mercantilistas y de beneficio personal? Se supone que debería estar atento a cuestiones educativas, a dar cuenta de problemáticas escolares como el hecho de que en lo que va del ciclo escolar los alumnos de tercer grado han cambiado varias veces de profesor. ¿Por qué será? ¿Qué está pasando en la Escuela Primaria Úrsulo Galván para que ocurran tantas bajas, para que la matrícula escolar haya disminuido, hecho que no había ocurrido en años, antes de su llegada?

Hacemos un llamado a las autoridades escolares para que se den una vuelta por la Escuela Primaria Úrsulo Galván y nos digan qué está pasando.