CINCUENTA AÑOS SIN EL GRAN PABLO NERUDA. (I)

“Antología General: Los primeros poemas.”

Mtro. José Miguel Naranjo Ramírez.

Si en los primeros años del siglo XX, los nombres de Rubén Darío y Ramón López Velarde representaban la grandeza de la poesía en lengua castellana, el gran sucesor de estos insignes poetas será sin duda alguna Pablo Neruda. Rubén Darío y López Velarde murieron en 1916 y 1921 respectivamente, pues Neruda en 1918 ya había escrito varios poemas que forman parte de su amplia obra literaria y, precisamente recordaremos al gran Neruda leyendo sus poemas que integran el libro: “Antología General”, publicado por la Real Academia Española de la Lengua en la clásica edición conmemorativa. El encargado de compilar la antología fue el académico chileno Hernán Loyola, el producto final del material antologado son doce capítulos, lo interesante es que el lector conforme va leyendo los poemas va conociendo la evolución y el pensamiento de la escritura nerudiana, es decir, conoceremos desde sus primeros poemas hasta los últimos, por supuesto que compartiré los que para mi al momento de leerlos tuvieron un significado especial, ya sea por lo que imprimían en mi interior, ya sea por lo que me hacían recordar, pensar, imaginar, la mayoría son bellos, seguramente algunos muy conocidos para los lectores, e inicio compartiendo y comentando el poema: “Nocturno”.

Este poema se encuentra en el capitulo I, donde se ubican los poemas escritos y publicados entre 1918-1923. “Nocturno” se publicó en: “Los cuadernos de Neftalí Reyes” en 1918. Es importante comentarle al lector que el nombre de Pablo Neruda al inicio fue el seudónimo con el que firmaba sus obras literarias, afirma Hernán Loyola que desde octubre de 1920, el nombre oficial de Neftalí Reyes desapareció y fue sustituido por el que todos conocemos, Pablo Neruda. Cuando escribió “Nocturno” el autor tenía un promedio de catorce años de edad y, lean esta belleza:

Nocturno:

Es de noche: medito triste y solo

a la luz de una vela titilante

y pienso en la alegría y en el dolo,

en la vejez cansada

y en la juventud gallarda y arrogante.”

He transcrito sólo la primera estrofa del poema, un poema no pesimista, al contrario, muy humano, porque, quién no ha pasado noches de incertidumbres, dudas, tristezas, es una sensación humana, muy humana: “Cuando la noche llega y es oscura como boca de lobo, yo me pierdo con reflexiones llenas de amargura y ensombrezco mi mente en la infinita edad de los recuerdos.” Tan humana es que, siempre hay un nuevo día, una nueva oportunidad de levantarnos y decir, continuamos, porque ya hemos comprendido que la vida está acompañada de la claridad y la oscuridad. Así nada más.

Un poema que me fascinó es el titulado: “Un hombre anda bajo la luna”. Les compartiré algunas estrofas de este magnífico verso:

Pena de mala fortuna

que cae en mi alma y la llena.

Pena.

Luna.

…Se llama y nadie responde,

se anda por seguir andando…

Andar…Andar…Hacia dónde?

Y hasta cuándo?…

Nadie responde

y se sigue andando.

Uno se cansa de amar…

Uno vive y se ha de ir…

Soñar…Para qué soñar?

Vivir…para qué vivir?”

Pareciera que estamos ante los versos de un joven deprimido, desinteresado por la vida. No, creo que estamos ante un joven lúcido, y la lucidez nos enseña que, para padecer menos lo primero que debemos hacer es no engañarnos, no esperar más de lo que podemos recibir, es decir, tener muy claro que no habrá dichas eternas, ni altamente duraderas, más con un espíritu equilibrado y conocedor de la condición humana, nuestra vida puede ser llevadera. Porque si no lo comprendemos así, estaremos viviendo constantes despedidas, despedidas que en los poemas de Neruda son profundas, imagino que en momentos dolorosas, ejemplo:                  “Farewell”:

“…Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,

ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada

y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,

del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.”

 

En el capítulo II titulado: “Viaje a través de la noche”, que abarcan poemas de los años 1923-1926, nos encontraremos con composiciones referentes de Pablo Neruda, allí están los famosos: “Me gustas cuando callas”, “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, que por años los escuchamos en la inigualable voz de Alberto Cortez. Así concluimos el presente artículo del gran Pablo Neruda, conociendo su primera etapa, la etapa del poeta adolescente. Hasta aquí: Podemos leer los versos más bellos en esta antología.

 

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