Ceguera peligrosa

“¿Has sabido de alguien que por preocuparse alargue su vida?”, me preguntó un amigo hace unos días, seguramente porque observó mi semblante pálido, arrugado de desalientos –no de vejez, aunque una cosa lleva a la otra, dicen-, y mi caminar decaído, luego de comentarle que veía al mundo de la chingada. Él sólo sonrío y me dijo: “Cada día trae sus horas, ¿entiendes eso?” Más o menos, pensé, no le hago a la locura de la filosofía ni de la psicología, pero pensándolo bien… Pos sí, sólo hay que vivir. He ahí el detalle, Chato. Otro amigo me comentó hace tiempo que camino como si arrastrara la toalla, lo cual me hizo pensar, en mi defensa, que no camino como si arrastrara los pies, es que la tierra me arrastra. Esta tierra que descuidamos cada día más, por no decir que destruimos, porque ‘toy en terapia intensiva conmigo mismo, para ver al mundo con optimismo y no me gane el desánimo, mucho menos el coraje que me causa darme cuenta que “la vida no vale nada”. Ajá. No, la vida vale mucho y vale un chingo cuando está al borde del precipicio. ¡Bah! ¡Celebremos la vida! Que el tiempo es oro…

Desde aquí aprovecho mandarle mis felicitaciones a Ana Hazel Zúñiga Ríos por sus cumpleaños número… El amor y la dicha se conjuga en plural, y gracias por compartirnos música, poemas, alegrías, guateque, abrazos, sonrisas… Ya ven, puedo ser optimista, a las tantas horas de mi vida.

Recuerden, aún pueden ayudar a Betito Meza para que reciba un trasplante de médula; vaya, oremos por él y su familia. O si lo desean, donen a esta noble causa a la cuenta BANAMEX Tarjeta 5256783098840698 clave 002840902410339957 o comunicarse para mayores informes al 2281535104.

Por desgracia no es la única persona que necesita ayuda, pero vayamos por partes y hasta donde se pueda o les llegue la iluminación, divina o no, pero sirvamos pa’ algo, ¿no? ¿De qué otra manera podemos mejorar el mundo?

 

Los días y los temas

 

Dicho lo anterior, el filósofo francés Gilles Lipovetsky expresó en entrevista que “vivimos en una sociedad seductora”, y agregó: “La seducción no es mala, pero debe haber niveles de seducción y por eso propongo un método donde puedes ser seducido, por una estupidez viendo Netflix o puedes ser seducido por el arte y la belleza de artistas como Michelangelo, Cervantes o Picasso… Eso es una buena seducción y la gente debe darle mayor importancia a esa parte”.

Añadió que “por mucho tiempo, la figura de Don Juan fue vista como el mayor seductor en el mundo… pero ahora, no es nada, frente a la mercadotecnia y el capitalismo que seducen a todo el mundo y todo el tiempo con anuncios de nuevas tiendas. El capitalismo es una máquina de seducción para que todo el tiempo compres y compres, entonces todo el sistema trata de seducir al consumidor por la belleza, el diseño, por lo sexy, por la emoción”. Ahí nada, pescadito.

A la pregunta: “¿Cómo ve y siente al mundo?”, Lipovetsky contestó: “Nunca pensamos en tener una guerra en Europa y es terrible ver eso, es un grado menos de seguridad en el mundo. Hasta ahora, habíamos tenido cierta seguridad en la tierra, pero actualmente es insegura con el clima, la contaminación, virus y la guerra. Soy un hombre optimista y claro que podemos manejar esto correctamente para cambiarlo, pero también podemos ser ciegos y puede ser peligroso. Tenemos que cambiar, tenemos que ser inteligentes para crear nuevas energías para transformarlas. ¿Cómo podemos hacer las cosas? Primero tú, yo, la sociedad y los gobiernos, tenemos que cambiar. Es tiempo de movernos e investigar para tener un mejor futuro”. (milenio.com, 18/10/22).

Clarito, clarito, clarito…

 

De cinismo y anexas

 

¿Y México? En la Feria Internacional del Libro Monterrey, Nuevo León (FILMTY) 2022, durante una rueda de prensa, Elena Poniatowska expresó que “el Jefe del Ejecutivo federal debe aceptar que no siempre tiene la razón y que otros también pueden tener buena razón”. Añadió: “Le pediría [a Amlo], le diría que de verás hay que aceptar la crítica, hay que aceptar que otros tienen una buena razón que a la mejor no tiene y creo que sería muy saludable, sobre todo para él, pero también para nuestro país”.

Dijo: “Me da tristeza y me duele esta especie de ‘yo soy el que sabe’. Sabemos todos, sabemos entre todos, todos nos amamos en entre todos y todos nos equivocamos entre todos. Entonces que nos dé también a nosotros la oportunidad de equivocarnos o la oportunidad de acertar, de decirle por dónde. Él tiene que entender eso, pero vamos a encomendarnos”. Ahí ‘ta.

Cierto, Elenita: “La política, en realidad, siempre termina dándote grandes decepciones, yo creo que la política en nuestro país y en toda América Latina, pues nos hemos llevado, por decirlo vulgarmente, nos hemos llevado muchos fregadazos, muchos golpes”.

Ahí se ven.