Ataúdes frente a la corte: ¿amenaza de muerte a ministros?

’23/11/2024’
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*Al estilo de la delincuencia, Cuitláhuac encabeza a huestes

*Mientras Veracruz se desangra el gobernador es indiferente

 

VERACRUZ ES un caos. Masacres como la ocurrida el viernes en Papantla al interior de un bar donde asesinaron a tres personas y otras tres resultaron lesionadas por un nuevo grupo delincuencial que opera en esa zona; el asesinato de un comediante en Las Choapas y la intentona de inculpar a un tablajero, lo que provocó la furia de la población que finalmente logró liberarlo, crímenes en Poza Rica, Filomeno Mata, Coatzacoalcos y otros muchos puntos del Estado definen, sin duda, la ingobernabilidad que prevalece, algo que parece no interesar a quien se dice Gobernador del Estado, entretenido en exaltar el Ego de su mentor, el Presidente Andrés Manuel López Obrador en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que, para variar, le ha echado por la borda sus ideas grandotas de reformar la Constitución a modo para tratar de militarizar al País; imponer la opacidad en todas las infraestructuras que construye y que la población no conozca los derroches, como la refinería de Dos Bocas en Paraíso, Tabasco, que ya triplicó la inversión inicial anunciada para su construcción, además de la intentona de desaparecer instancias como el Instituto Nacional de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales para que los recursos sean manejados a discreción, y la permisidad para que colaboradores como el Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval puedan viajar a cuerpo de rey y adquirir lujosas residencias que no podría comprar con el salario de un honesto militar, por más general de división que fuera. Otros casos similares corresponden a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle García, dueña de una prominente fortuna que no se acabarían ni siquiera las tres o cuatro generaciones que le sucedan, aunque no trabajen, y que decir de los hijos y familiares del Presidente que se han enriquecido a la sombra del poder, cuando hasta antes de la llegada del progenitor a la Presidencia no tenían nada. Pero basta incurrir en la estrategia de Cuitláhuac García Jiménez: endulzarle el oído al mandatario nacional, devolverle recursos en subejercicios para que lo reparta a discreción y armar alborotos contra todos aquellos que le sean incómodos al titular del Ejecutivo Federal para que este venga a Veracruz, le levante la mano como el mejor Gobernador de la Nación, aunque encuestas como la de Massive Caller –que realiza mensualmente- lo coloquen entre los peores mandatarios, encabezando esa lista el de Zacatecas, David Monreal Ávila, hermano del Senador Ricardo Monreal, y en el tercer sitio el veracruzano.

 

Y ES que fue realmente lamentable observar como los acarreados, patrocinados por el gobierno de Veracruz a cargo del Gobernador Cuitláhuac García Jiménez, se comportaron como verdaderos integrantes de la delincuencia organizada frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la ciudad de México, cargando ataúdes –entre otros el secretario de gobierno, Eric Patrocinio Cisneros Burgos- que representaban la muerte de la magistrada Norma Lucia Piña Hernández y de los magistrados que no lamen los zapatos del Presidente López Obrador. El comportamiento de García Jiménez y sus huestes -hayan sido llevadas o no contra sus voluntades-, fue como una amenaza de muerte contra Norma Lucia Piña y los magistrados al estilo de las mafias más rancias, lo que no debería permitirse por parte de la Fiscalía General de la República que debería llamar a comparecer a los autores intelectuales de la intimidación que podría desbordar los ánimos de la sociedad cegada por las dádivas que les dispensan desde el poder, convertidas en programas sociales, a tal grado que podrían cometer cualquier barbaridad inducida por lo que podría la delincuencia autorizada. Y es que las manifestaciones amenazantes de Cuitláhuac contra los ministros de la corte, en especial contra la presidenta Norma Piña, podría derivar, incluso, en atentados lamentables de algún queda bien de la llamada Cuarta Transformación con la complacencia de los altos mandos, algo que se conoce como barbarie.

 

POR ELLO el destacado periodista Joaquín López Dóriga criticó la violenta manifestación de veracruzanos frente a la Corte, pero el “indignado” Cuitláhuac García Jiménez le respondió: @CuitlahuacGJ. Sr. Dóriga: Nuestro movimiento es y seguirá siendo pacífico. Usted trata de sobredimensionar un altercado de palabras de un grupo de personas  que lleva semanas manifestándose a la puerta de la SCJN con sus reporteros, y no son parte de quienes convocamos y nos manifestamos sobre Pino Suárez hoy (ayer sábado). Contrario a lo que usted augura, el mensaje central de la concentración de hoy, invoca la vía democrática y pacífica a la que siempre hemos apelado para defendernos de los agravios al pueblo de parte de la derecha y la élite conservadora del régimen anterior. No mienta, el desarrollo de la manifestación fue pacífica y ésta fue convocada por los diputados, diputadas presentes hoy y un servidor, no involucre al Presidente en esto. Le dejo el discurso medular que obviamente usted no quiere leer para alimentar sus aspiraciones conspiracionistas. Por cierto, en un sistema democrático las provocaciones siempre provienen de la derecha. Pacíficamente les ganamos en el 2018, pacíficamente ganaremos en el 2024 aunque nuestro pacifismo le duela (le responde, como si se tratara de un dirigente partidista y no de un periodista).

 

FUE POR ello que ante las evidencias que se viven en el Estado, y lo grotesco de las protestas el sábado frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, López Dóriga (como muchos otros) respondió a Cuitláhuac: “Mira @CuitlahuacGJ:  mientras los sicarios del crimen organizado te mandan este mensaje tú organizando protestas en la Corte. Ocúpate. No mientas. Ocúpate de la seguridad de los veracruzanos”, y acto seguido cita un Tweet de Manuel Lopez San Martin @MLopezSanMartin del viernes 19 que titular: El horror…, en donde describe: Sicarios atacan bar en Papantla, Veracruz, y graban el asesinato de sus víctimas. El ataque dejó 3 muertos y 3 heridos. El gobernador @CuitlahuacGJ lo atribuyó a un ajuste de cuentas entre grupos delictivos.

 

EN FIN, que bueno que la Suprema Corte de Justicia de la Nación este en su verdadero papel que es la defensa de la Constitución, ofreciendo certeza a quienes la respetan y dando portazos en la cara a quienes desean su destrucción para ejercer gobiernos autócratas y autoritarios, sin menoscabo del manejo opaco de los recursos públicos como si fueran propios. Y es que la amenaza del sábado contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación rompió los límites de lo permisible, sobre todo cuando la necesidad de muchos en aras de agradar al Presidente podría desembocar en situaciones lamentables. Ciertamente, Cuitláhuac no es, precisamente, un gobernante congruente y mucho menos estadista, pues llegó a las alturas del poder sin el mínimo oficio político, y se hizo rodear, como Javier Duarte de Ochoa en su momento, de una caterva de ambiciosos que se dedican  payasear sin ofrecer soluciones a los gobernados, conscientes acaso de que con las limosnas bastan. Pobre Veracruz y podre País con semejantes gobernantes. OPINA [email protected]