Andan nerviosos, por eso van contra Yunes

Según el exgobernador panista Miguel Ángel Yunes Linares, la embestida que ha iniciado en su contra el gobierno federal, a través de  la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) y de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF), es para “lastimar” a sus dos hijos dedicados a la política, Fernando, actual alcalde del puerto jarocho, y Miguel Ángel, quien aspira a sucederlo, fallido, además, candidato a gobernador.

Los días 9 y 10 de abril pasados, en el diario La Jornada, al que Yunes califica como el “periódico oficial”, se publicó que la UIF había presentado dos denuncias penales en su contra tras detectar “operaciones financieras sospechosas que deben ser analizadas por el Ministerio Público federal”, como parte de nuevas investigaciones por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.

De acuerdo con fuentes gubernamentales –dijo entonces La Jornada– la primera querella se formuló ante la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delitos Federales (Seidf) y la segunda ante la Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción (FECC), que se sumaron a indagatorias que datan de 2013 y 2016, integradas por parte de la Seido.

El domingo pasado la Fiscalía General de la República (FGR) emitió un comunicado informando que también investiga al exgobernador por delitos que habría cometido en su gestión al frente del ISSSTE. En ambos casos Miguel Ángel respondió. Dijo que la información era la “punta de lanza” de la estrategia en contra de sus descendientes y que se trata del uso político de los instrumentos de justicia. Una y otra vez se declaró a disposición de la FGR.

Sí. Llama la atención por qué habiendo tenido tanto tiempo para actuar en su contra, desde el 1 de diciembre de 2018, hasta ahora, de pronto, en pleno proceso electoral, le soltaron los mastines.

No habría que descartar su hipótesis de que el objetivo son sus hijos, pero yo tengo otros datos, perdón, otra lectura. No obstante que él afirma que no participa en actividades políticas, creo que lo que pasa es que lo ven más bien como cabeza de una corriente política con un considerable capital humano (candidatos competitivos) y con una considerable reserva de votos, incluso hasta me atrevo a pensar que en el gobierno piensan, como muchos, que sigue controlando el PRD estatal, lo cual está totalmente alejado de la realidad.

Creo que en el gobierno quieren restarle fuerza a su grupo y arrebatarle el control político en los municipios de Veracruz y de Boca del Río, que mantienen a sangre y sillazos (Bingen Rementería, de su propio partido, lo acaba de comprobar), pero que, sobre todo, quieren inhibirlo para intentar frenar la movilidad que mantienen los suyos en todo el Estado apoyando a los candidatos de la coalición Veracruz ¡Va! y, de paso, promoviendo el voto opositor en contra de la 4T.

Para mí, el tamaño y la fuerza de la embestida en su contra refleja la preocupación oficial por la suerte de sus candidatos, que ni se ven ni se sienten (acaso la excepción es Rosa María Hernández Espejo, candidata a diputada federal por el distrito IV de Veracruz), y cuando solo faltan poco más de 40 días para ir a las urnas se advierte que ya les entró la desesperación, el nerviosismo. Van a apretar con todo a los opositores para tratar de evitar una derrota.

Creo que en realidad la embestida contra el exgobernador panista inició el 13 de marzo con la detención de quien fue el secretario de Gobierno de su administración, Rogelio Franco Castán. El 15 de marzo (“Franco; el mensaje de su aprehensión”) dije que una de mis lecturas era que desde el palacio de gobierno le estaban enviando un mensaje al grupo de los Yunes Linares-Márquez de que iban contra el jefe. El tiempo lo ha confirmado.

En este espacio, luego de la detención de Franco, candidato plurinominal perredista a diputado federal, y después del candidato a alcalde de Tihuatlán, Gregorio “Goyo” Gómez Martínez, pregunté por qué contra ellos y por qué solo en contra del PRD. La explicación que encuentro es que porque los consideran cercanos a y de la corriente yunista y creen que al PRD lo sigue controlando el exgobernador, como ocurría cuando Franco manejaba ese partido desde la Secretaría de Gobierno, por lo tanto, que así le afectan sus intereses.

Pocos saben que cuando Sergio Cadena Martínez llegó a la dirigencia perredista tomó el control total de ese partido, evitó la injerencia de Franco en la toma de decisiones internas y se negó sistemáticamente a ir a ver a Miguel Ángel, como le insistía Franco que lo hiciera. Creo que al de Catemaco lo han subestimado. Desde un principio, cuando le fueron a reclamar posiciones en dirigencias municipales y candidaturas con el argumento de que las habían negociado con Franco, a todos les respondió que lo fueran a buscar y que se las reclamaran. Les recordó y les remarcó, con energía, que el dirigente era él. Y él ha decidido. Ha ejercido tan buen liderazgo con base en su experiencia y ha posicionado y hecho crecer a su partido que tiene el respaldo de la dirigencia nacional, que lo considera el mejor líder estatal del país (por eso ha venido Zambrano a respaldarlo).

Yunes no tiene, pues, ninguna dirigencia bajo su control, aunque, eso sí, muchos políticos de todo el Estado le deben favores y servicios y le son leales. Con la persecución que sufre, lo único que está haciendo el gobierno es motivarlos a que cierren filas, que se unan a la coalición tripartidista y que se empeñen, como lo están haciendo, en derrotar a los guindas.

Si de verdad el gobierno hubiera querido detenerlo le hubieran hecho lo mismo que a Franco y a Goyo, le hubieran caído por sorpresa y lo hubieran acusado de “ultrajes a la autoridad”. Pero no. Le mandan a avisar por medio de La Jornada que han reactivado las acusaciones en su contra, para darle tiempo a que se resguarde a buen seguro. Evidentemente, han de creer que así van a parar la ola antimorena de la cual, por supuesto, los Yunes forman parte. Pero no son los únicos.

Insisto en que es mala táctica actuar de ese modo. Porque los opositores se sienten también amenazados y entonces han dejado sus diferencias a un lado, se han unido y re-unido y no van a escatimar esfuerzos y recursos para derrotar a los morenos. ¿Acaso disminuyó la fuerza de Veracruz ¡Va! porque metieron a la cárcel a Franco o a Goyo? Al contrario, los opositores se alebrestaron más y retomaron fuerza.

El resultado de la elección en general y no tanto el poder de los jóvenes Yunes es lo que le preocupa al gobierno, eso creo. Y piensan que cortándole la cabeza al exgobernador Yunes van a matar al monstruo opositor, sin darse cuenta que es un monstruo de mil cabezas, pero que, además, si le cortan una nace otra ,y que les falta el San Jorge que se enfrente al dragón, pero con la espada del diálogo, de la negociación, del entendimiento, del convencimiento, que atraiga por las buenas a los opositores.

De aquí al 6 de junio, en la medida en que sigamos viendo persecuciones contra los opositores, sabremos qué tan mal van y están.