*Mantiene necedad para que EU invite a los 3 dictadores
*Somos dependientes de los vecinos hasta en las remesas
QUE MAS explicaciones quiere el Presidente Andrés Manuel López Obrador para cancelar su asistencia a la Cumbre de las Américas que se realizará en Los Ángeles del 6 al 10 de junio, cuando ya Estados Unidos confirmó que no invitó ni a Venezuela ni a Nicaragua, y aunque en el caso de Cuba no dieron información concreta, ya el pasado miércoles el presidente Miguel Díaz-Canel dejó en claro que, “en ningún caso” asistirá al controvertido encuentro de jefes de Estado y de Gobierno, lo cierto es que AMLO sigue deshojando la margarita y estirando la liga . Y ha sido tal la necedad presidencial para que Estados Unidos invite a los tres dictadores: Nicolás Maduro, de Venezuela; Daniel Ortega, de Nicaragua y Miguel Díaz-Canel Bermúdez, de Cuba, que el Senador republicano de Estados Unidos, Marco Rubio ha dejado en claro su postura: “Mi opinión es que Estados Unidos no debe ser intimidado o presionado por nadie. Francamente, sobre a quiénes invitar a la Cumbre (de las Américas), nosotros lo estamos organizando. Si él (presidente López Obrador) no quiere venir, que no venga”, y en ese tenor, pide a la Casa Blanca no insistir en invitar a los presidentes de los países que no quieran acudir a esa reunión. “Una de las mejores cosas que tenemos es que albergamos la reunión y no invitamos a dictadores. Quien quiera que invitemos dictadores a venir y que intente boicotear la Cumbre, nos deja saber quiénes son los verdaderos amigos en la región” puntualiza, no sin antes enfatizar que la invitación a la Cumbre “es una buena oportunidad para filtrar quiénes son aquellos que comparten nuestra visión de la dirección que debe seguir la región y quiénes no”.
LA POSTURA del influyente legislador republicano surgen mientras el presidente Andrés Manuel López Obrador aguarda (sentado para no cansarse), la notificación desde Washington si se invitará o no a sus amigos dictadores de Cuba, Venezuela y Nicaragua, por lo que, partiendo de esa notificación decidirá si acude o no a la Cumbre, y en ese contexto sigue jalándole los bigotes al tigre, al tiempo que le patea las criadillas: “Se sabe que el Gobierno de Estados Unidos concibió desde un inicio que la Cumbre de las Américas no fuera inclusiva. Era su intención excluir a varios países, entre ellos Cuba –insiste-, a pesar del fuerte reclamo regional a que se le pusiera fin a las exclusiones”, y si bien asegura haber recibido el jueves la invitación de Estados Unidos, desde el miércoles, para participar en la Cumbre de las Américas, dice que su Gobierno sigue valorando “una serie de factores” para definir si asistirá o no y que “es probable” que el lunes dé a conocer su decisión final, ello, después de que en días pasados, el mandatario mexicano dijo que no asistiría a la Cumbre si no se invitaba a todos los países que componen el continente americano. Es menester mencionar que la protesta de AMLO fue respaldada por sus homólogos, Xiomara Castro, de Bolivia; Luis Alberto Arce, de Honduras y Albero Fernández, de Argentina, quienes, según se sabe, no se pondrán a las patadas con Sansón y han decidido asistir, aun cuando se sabe que Argentina busca una Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se celebraría de manera simultánea al cónclave de mandatarios que organiza del 6 al 10 de junio Estados Unidos, algo que AMLO ha desmentido.
NO ES secreto que Estados Unidos es el mayor socio comercial de México, y que en 2021 la energía representó el 15 por ciento del valor de todas las exportaciones del vecino País al territorio nacional, de tal suerte que el total de las exportaciones en la materia totalizó 42 mil millones (de dólares), el valor más alto en los datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, que comenzó en 1996. Se trata de hechos recopilados en un informe de la Agencia de Información Energética (EIA) del país del Norte publicados el viernes, los que pueden consultarse en: https://www.eia.gov/todayinenergy/detail.php?id=52319. El título del texto es: “En 2021, el valor del comercio de energía entre Estados Unidos y México alcanzó un máximo de nueve años”. En ese tenor, mientras los mexicanos seguimos “vendiendo naranjas y comprando el jugo” a los estadounidenses, una analogía que usa el presidente Andrés Manuel López Obrador para referir la ironía de que Pemex venda petróleo crudo que regresa ‘cocinado’, convertido en gasolinas, diésel, turbosina y petroquímicos, hasta medio sexenio gubernamental, esa tendencia de importaciones no ha bajado, por el contrario, se acentuó a un punto que quizá tocó el techo. Sin duda, es el pago de las decisiones tomadas en el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, que descuidó las inversiones en Pemex, tanto en producción de petróleo como en la refinación del mismo, pero que los resultados ahí están, y el actual gobierno no ha podido cambiar, y aunque lo que sucede actualmente puede ser el máximo punto al que probablemente llegará la subida de importaciones, a decir de cifras recientes entregadas por la empresa petrolera del Estado que revelan un aumento en la producción de gas natural y una elevación paulatina en la producción de petrolíferos en las refinerías mexicanas. La entrada en funcionamiento del complejo de Dos Bocas, en Tabasco, debe acentuar el cambio de destino. Pero eso es perspectiva. Hasta ahora en los hechos, no hay mucha diferencia en el rumbo de las cosas. México, en efecto, vende todavía un buen volumen de esta materia prima, aunque ese factor de contrapeso disminuye rápidamente:
AHORA BIEN, la avicultura mexicana depende de insumos de Estados Unidos, además de que Maíz, carne, trigo, leche, gasolina, gas natural, medicamentos, vacunas, leche, trigo, huevo, pollo, carne, plástico son algunos productos elaborados en Estados Unidos de los que dependen millones de mexicanos. En algunos casos la producción local es insuficiente para abastecer la demanda. Pero en otros, como ocurre con los combustibles, la dependencia es muy elevada. De hecho, el 52 por ciento de la gasolina que se consume en México se importa diariamente de EE.UU. Así, en la actual crisis diplomática con el nuevo gobierno de Estados Unidos, la posición de México puede ser más vulnerable, señalan especialistas. Sin duda, AMLO le está pellizcando las criadillas al tigre, y las consecuencias son serán, precisamente, para el Presidente Andrés Manuel López Obrador en caso de una reacción severa, sino para los mexicanos, inclusive, para quienes reciben millonadas mensuales de remesas, algo sin lo cual, este País ya habría estallado en una guerra civil. Asi de simple. OPINA [email protected]