*Odia a quienes lo rebasan en inteligencia y capacidades
*Cercanos condenaron el hecho; FGR solo el instrumento
NO, DE ninguna manera fue una acción de mottu propio orquestada por el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero y, mucho menos un acto de venganza o revanchismo por las críticas que la comunidad científica hizo en contra de su nombramiento como investigador del nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores, el cual está reservado para quienes hayan hecho contribuciones significativas en su campo de experiencia luego de una década que lo había intentado sin éxito, porque, hasta antes de este gobierno los evaluadores del Consejo de Aprobación habían concluido que no tenía los méritos suficientes”. Pero no, el origen de la solicitud de 31 órdenes de aprehensión contra el mismo número de científicos, investigadores, académicos y personal administrativo del Foro Consultivo Científico y Tecnológico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que solicitó Gertz Manero a un juez y que, por supuesto, le fueron negadas, tampoco son parte de la denuncia interpuesta por María Elena Álvarez-Buylla, actual titular del Conacyt por los delitos de peculado, uso ilícito de atribuciones y facultades, lavado de dinero y delincuencia organizada, porque los acusados supuestamente recibieron ilegalmente 50 millones de pesos por parte del Consejo durante la administración de Enrique Peña Nieto y no los comprobaron, ya que la señora es solo una pelele sin más quehacer que obedecer ciegamente al Tlatoani, sino que la instrucción parten del mismísimo Presidente Andrés Manuel López Obrador al Fiscal General, pese a que inicialmente lo negara y hasta dijera que un juez resolvería y que el que nada debe nada debería temer, lo que el juzgador hizo finalmente: exculpar de cualquier responsabilidad a los estudiosos de la ciencia a quienes AMLO odia como suele hacerlo con aquellos que lo rebasan en inteligencia y capacidades.
POR ELLO el viernes, cuando reporteros lo interrogaron al respecto, primero intentó seguir negando su participación argumentando que el informe se lo envió la directora del Conacyt, María Elena Álvarez-Buylla -quien horas antes se había deslindado de la denuncia que le atribuyen-, pero AMLO tácitamente la tachó de mentirosa cuando pidió el documento de la aludida “porque ahí explica qué es lo que está sucediendo, porque hay mucha desinformación; entonces, a lo mejor hasta va a ser necesario que venga a informar personalmente, a ver si lo hacemos el miércoles”. Refirió que son dos documentos los que le entregó quien negara cualquier vínculo con la denuncia contra los hombres de ciencia: “uno más ejecutivo, donde explica lo que está sucediendo. Es un grupo de investigadores que formaron una especie de asociación civil y que recibían dinero del Conacyt”, y acto seguido leyó un párrafo: “Entre 2002-2018 la asociación civil -la que tiene que ver con estos investigadores- recibió alrededor de 100 millones de pesos para proyectos de ciencia y tecnología, y 471 millones de pesos para cubrir gastos de operación, entre los que se incluían choferes, celulares, servicios de bocadillos, salarios e impuestos de alrededor de 40 personas, comidas en restaurantes de lujo y viajes al extranjero. Asimismo, la asociación civil adquirió un inmueble de lujo en el centro de Coyoacán -¿por qué no en Iztapalapa? (se preguntó)- con recursos que no justificó ante el Conacyt, además de que dicha asociación civil fue la instancia responsable de emitir el dictamen en 2007 que justificó las omisiones de las autoridades federales en relación con el rescate de los cuerpos y la ampliación de investigaciones relacionadas con la mina de Pasta de Conchos’. O sea, un grupo predilecto del régimen anterior y entonces, como ya no se puede mantener estos privilegios, pues ahora se sienten perseguidos”, y luego la estacada: “Pero yo le pregunto a la gente: ¿el combate a la corrupción va a ser selectivo o va a ser parejo?, ¿vamos a excluir a grupos, a potentados, a las élites ya sea de la academia, de la ciencia, de la intelectualidad, a las élites económicas o aplicamos el combate a la corrupción por parejo? (¿Y entonces porque no lo hizo con Carlos Slim tras el desplome de la línea 12 del metro?). Y por ello fue tajante, muy a pesar de que para entonces, hasta Claudia Sheinbaum, la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México se había pronunciado en contra de las ordenes de aprehensión, lo mismo que el titular de la junta de coordinación política en el Senado, Ricardo Monreal Ávila y hasta director de la Unidad de Inteligencia Financiera, Santiago Nieto Castillo, además de un sinfín de intelectuales, científicos y hasta el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers. Nadie se imaginaba, entonces, que AMLO era el autor intelectual de la investigación ordenada a Gertz Manero, lo que motivó que el Fiscal solicitara órdenes de aprehensión contra 31 integrantes de la comunidad científica.
Y PARA que no quedaran dudas, AMLO remacho: “¿Por qué nada más se va a castigar a los pobres, a los que no tienen con qué comprar su inocencia, a los que no tienen agarraderas, a los que no son influyentes? No, tiene que acabarse con la impunidad, sea quien sea. Al margen de la ley nada, por encima de la ley nadie, sean amigos, colegas, familiares, que se entienda”. AMLO no perdona las ofensas a su persona y familiares, y por ello aludió que uno de los investigadores, “supuestamente perseguido, se aventó un Twitter, ojalá y lo consigamos, para que vean el nivel moral, porque siempre he dicho que una cosa es la educación y otra cosa es la cultura y que los grados académicos no son sinónimo de cultura. Se pueden tener altos grados académicos y no tener sensibilidad en lo social, ni en lo humano y no poseer valores culturales, morales, espirituales, porque eso fue lo que hizo el neoliberalismo, también individualizó, dejó sin dimensión social, humana, la educación, la investigación”.
EN EL Twitter que leyó, integro, se ofende terriblemente a su esposa, aunque no se mencione su nombre sino uno de los apodos que el argot popular le ha endilgado. El Presidente estaba realmente molesto, y pidió: “Ojalá y se pueda conseguir, sí, sí, porque es de uno de estos señores, que ofende a Beatriz y me ofende a mí, pero de manera vulgar, o sea, ¿qué tenemos que ver nosotros? (¿?), pero es producto de todo un proceso de deformaciones que se fueron creando durante el periodo neoliberal. Sin duda, el Presidente que dice que no dicta instrucciones al Fiscal General de la República en efecto, no lo hace…pero solo públicamente, ya que las órdenes de aprehensión solicitadas por Gertz Manero y negadas por un juez hasta en dos ocasiones volverán a ser exigidas. AMLO va con todo contra la comunidad científica a la que de entrada le ha negado cualquier clase de apoyo económico, porque, dice, “cambiar este régimen de corrupción, de injusticias, de privilegios, pues lleva a todo esto, a insultos”. En fin, si había dudas de quien instruyó las investigaciones y ordenes de aprehensión contra 31 científicos del País, las dudas son disipadas y, lo que es peor, antes de que el Presidente asumiera tácitamente su autoría, sus más cercanos ya habían condenado semejante disparate, aunque lo más indicado es que ahora argumenten que sus declaraciones fueron descontextualizadas. Al tiempo. OPINA [email protected]