*Bloqueo de EU a Cuba “triunfo pírrico, vil y canañesco”
*México rumbo al “comunismo caduco y empobrecedor”
¿CUÁL ES el propósito del Presidente Andrés Manuel López Obrador al traer a México, como invitado de honor al desfile con motivo del 211 aniversario del inicio de la Guerra Independencia, a un dictador o sirviente de dictadores comunistas, como lo es el Presidente de Cuba Miguel Díaz-Canel que, para variar, fue recibido con todos los honores por el canciller mexicano, Marcelo Ebrard Casaubón que aspira a suceder a AMLO en el 2024? En realidad no se explica, y menos si como se dice así mismo, López Obrador es un defensor de la democracia y del derecho del pueblo a elegir a sus gobernantes, cuando en Cuba ese derecho quedó cancelado desde el 16 de febrero de 1959, cuando
Fidel Castro Ruz fue nombrado primer ministro y, posteriormente, “elegido” presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de esa “República” el 3 de Diciembre de 1976, cargos que ocupó hasta el 24 de febrero de 2008 cuando cedió el poder a su hermano Raúl Castro Ruz que sigue gobernando tras el trono, sometiendo a un pueblo que aunque tenga medicinas, atención médica gratuita y educación básica, carece de libertades para expresarse, a tal grado que la más reciente manifestación, cuando cientos, miles de habitantes de la Isla salieron a gritar “libertad”, “abajo la dictadura” y “patria y vida”, la mayor protesta ocurrida en Cuba en los últimos 60 años, la mayoría fueron reprimidos y encarcelados y ahí siguen privados de la libertad por semejante osadía. Como bien se sabe, las manifestaciones fueron disueltas de forma violenta por la policía, y horas después, en un acto por demás cobarde, el presidente Miguel Díaz-Canel convocó a los seguidores del gobierno a salir a las calles a “enfrentarlas”, esto es, buscó que su propio pueblo se dividiera y chocara.
Y AMLO que, seguramente, aspira a ser dictador –dado el empobrecimiento a que está sometiendo a los gobernados al negar todo tipo de apoyo al sector privado que son quienes generan las fuentes de empleos-, no solo cobijó a Diaz-Canel en la ceremonia del Desfile Militar por la Independencia de México, sino que hizo un llamado a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden a “actuar con grandeza” y poner fin al bloqueo a la Isla, acaso pretendiendo convertirse en el nuevo Simón Bolívar. Y es que, sin medir las consecuencias y la libre determinación de los pueblos que tanto dice defender, el tabasqueño consideró que “se ve mal que el gobierno estadunidense mantenga un bloqueo económico contra la Isla y que, por necesidad, el pueblo cubano se oponga al gobierno”, olvidando acaso que el pueblo cubano se opone al gobierno por la ausencia de libertades, debido a la pobreza y marginación en la que viven los cubanos, quienes aspiran a ser empresarios o emprendedores, ganar su propio dinero en base al turismo o la producción variada y vivir de acuerdo a lo que les permita su esfuerzo diario, y no con las migajas que les arrojan las autoridades, como pretende AMLO con los mexicanos.
LOPEZ OBRADOR no cejó en su defensa de la dictadura cubana, que no de las necesidades del pueblo, y enfatizo: “ahora, sólo agrego que el gobierno que represento llama respetuosamente al gobierno de EU a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo”, expresó al recordar además las palabras de George Washington: “las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos”, infortunio que, en realidad, no padecen los gobernantes cubanos que viven a cuerpo de reyes sino los gobernados. Y como si las relaciones con EU estuvieran en su mejor momento, advirtió que si el bloqueo a Cuba continúa, éste se convertiría en un “triunfo pírrico, vil, canañesco”, por lo que reiteró su llamado al entendimiento, al respeto mutuo y a la libertad sin condiciones ni prepotencia. En ese contexto, urgió a Joe Biden, así como a la comunidad cubana en Estados Unidos a impulsar el fin del bloqueo a Cuba. Y en ese tono se siguió de largo: “Le enviamos un saludo al presidente Jimmy Carter quien supo entenderse con el general Omar Torrijos para devolver a Panamá el canal y su soberanía, ojalá que el presidente Biden, quien posee suficiente sensibilidad política actúe con esa grandeza y ponga fin para siempre a la política de agravios hacia Cuba en la búsqueda de reconciliación. También debe ayudar la comunidad cubano-estadunidense haciendo a un lado los intereses electorales o partidistas (¿?), dejando atrás resentimiento, atender las nuevas circunstancias y buscar la reconciliación. ¡Es tiempo de la hermandad y no de la confrontación!”. Vaya con el defensor de la libre determinación de los pueblos, convertido en el nuevo defensor de América y el Caribe, acaso abonando a convertirse en el futuro líder la Organización de Estados Americanos cuando termine su mandato.
POR ELLO el dictador Miguel Díaz-Canel se engalló y desde la tribuna que le permitió López Obrador arremetió: “Enfrentamos una agresiva campaña de odio, desinformación, manipulación y mentiras, montadas por plataformas digitales que desconocen los límites éticos (¿?), bajo el fuego de esa guerra total, la solidaridad de México ha despertado en nuestro pueblo una mayor admiración y el agradecimiento más profundo”, pero nada dijo de convocar a elecciones abiertas en las que defina el pueblo a quien o quienes desea de Gobernantes, y mucho menos de invocar a una consulta popular que establezca si continúa el régimen comunista empobrecedor o se inclinan por otra tendencia. El dictador que vino acompañado de su esposa indicó que la decisión de invitarlos “tiene un valor inconmensurablemente mayor en momentos que sufrimos embates de una guerra multidimensional, como un bloque criminal recrudecido por más de 240 medidas en medio de la pandemia de la Covid19 que tan dramáticos costos tiene para todos, pero en particular a los países de menor desarrollo”.
AHORA HABRIA que esperar la respuesta de los Estados Unidos no por la invitación a Diaz-Canel, sino por lo dicho por López Obrador de que si el bloqueo a Cuba continúa, éste se convertiría en un “triunfo pírrico, vil, canañesco”, algo que seguramente no gustará mucho a mister Biden, y tal vez muy pronto sabremos los resultados pero, mientras tanto, AMLO ya dio muestras de su tendencia favor de las dictaduras como la de Cuba, Venezuela, Nicaragua, además de inclinarse en favor de Rusia y China, en franco desafío a un vecino del que dependemos de todo o casi todo, hasta de la decisión política de contener el contrabando de armas o, en el peor de los casos, de las vacunas gratuitas que tanto le gustan al Presidente mexicano en ese afán esquizofrénica de no gastar un ápice. Así de simple. OPINA [email protected]