Alianza contra natura sí; pero no hay de otra

Este martes se concretó la alianza entre el PAN, PRI y PRD para competir por las diputaciones federales en las elecciones del ya próximo 2021. Contra lo que pudiera suponerse la alianza no se llamará PRIAN y tampoco PERDERÉ, sino simplemente “Va por México”, que me recuerda a los toreros en el acto de arrojarle la montera a algún aficionado y decirle: “Va por usted”.

Los tres partidos se repartieron así a Veracruz. Nueve de los 20 distritos serán para el PAN, seis para el PRD y cuatro para el PRI. En el distrito de Coatzacoalcos irán solos, es decir, los tres postularán a sus candidatos.

La razón de que el PRD tenga más distritos que el PRI es que en las elecciones del 2018 fueron aliados del PAN que quedó en segundo lugar y el tricolor se fue hasta abajo. De haber ido en solitario al Sol Azteca no le hubiera tocado ningún distrito. Siguen viviendo del presupuesto por un verdadero milagro.

¿Cómo estuvo la repartición?

Al PAN le tocaron los distritos 1 de Pánuco; 2 de Tantoyuca; 3 de Tuxpan; 4 de Veracruz; 7 de Martínez de la Torre; 12 de Veracruz dos; 13 de Huatusco; 16 de Córdoba y 17 de Cosamaloapan.

El PRD se sacó la lotería con los distritos 5 de Poza Rica; 6 de Papantla; 14 de Minatitlán; 18 de Zongolica; 19 de San Andrés Tuxtla y 20 de Cosoleacaque.

Y al PRI le tocará encabezar la alianza con sus candidatos en el distrito 8 de Xalapa; 9 de Coatepec; 10 de Xalapa dos y en el distrito 15 de Orizaba.

Ahora viene lo más difícil; que cada partido escoja candidatos que al menos sean decentes. Porque si van a empezar a pagar facturas, corresponder a favores, establecer componendas y postular a los mismos de siempre se los va a llevar la tristeza.

El PRD que ya mero no tiene ni militantes, quizá se vea en la imperiosa necesidad de “pedir prestados” candidatos al PAN o al PRI para Poza Rica y Minatitlán. Porque perredistas de peso, arraigo y sobre todo ganadores, nomás no tiene en esos distritos y puede perderlos por mucho que lo apoyen el blanquiazul y el tricolor. Lo que sería una decepción.

El PAN tiene la oportunidad de afianzarse como el partido número uno de la oposición y en una de esas darle vuelta al marcador y pasar por encima de Morena.

Y al PRI no le queda de otra más que ganar en los cuatro distritos que le tocó encabezar si quiere recobrar el liderazgo que tuvo hace unos años. Recuperar Xalapa los pondría en los cuernos de la luna; pero un distrito que pierdan, uno solo, sería un fracaso que no se pueden permitir.

Y al parecer así lo entienden.

Mientras el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno dijo que hay que luchar por los cargos de elección con ánimo, pasión, carácter y regresar a formarse a la fila de la disciplina, la lealtad y el compromiso, el líder estatal del tricolor Marlon Ramírez, indicó que el PRI representa el cambio en Veracruz, la capacidad de entendimiento y apertura a todas las fuerzas políticas, para vivir en democracia y en paz.

La alianza cayó como patada al estómago de los morenos, tan es así que su líder nacional Mario Delgado la calificó de “tóxica”, aunque pienso que se quedó corto porque es hasta contra natura. Es como si echaras en una licuadora whisky, leche cortada, tuercas oxidadas y lo batieras, lector.

Pero en estos momentos no hay otra forma de ganarle a Morena.

La alianza pone en grave riesgo el triunfo arrollador que Morena obtuvo hace dos años en Veracruz donde ganó 18 de los 20 distritos. Ahora las cosas pueden resultar a la inversa si al pésimo gobierno de Cuitláhuac, Va por México antepone candidatos dignos y confiables.

El camino hacia el 6 de junio será duro, atropellado y tortuoso, pero independientemente de eso la mesa está puesta para que los integrantes de Va por México hagan historia.

Allá ellos si cometen la torpeza de jalar el mantel.

Hasta siempre, querido Alfredo

La primera vez que llegué a una reunión del Grupo de los Diez, quien me recibió fue Alfredo Espinoza, un excelente fotógrafo y un amigo para presumir que trabajó 30 años en Comunicación Social del Gobierno del Estado. Alfredo tuvo la gentileza de presentarme con los integrantes de la banda y me ofreció un lugar donde sentarme.

Alfredo era diligente, atento, amable y sumamente educado. A pesar de la pandemia siguió cubriendo manifestaciones, actos cívicos o reuniones políticas con su inseparable cámara a fin de completar el sustento diario de su familia.

Sin duda en una de esas reuniones contrajo el maldito virus que trae de cabeza al mundo y nos impide incluso, dar el último adiós a amigos como Alfredo.

Quizá ese impedimento hace que me duela más su partida.

Te extrañaré maestro. Extrañaré tu sonrisa sincera, tu mano franca, tu invaluable amistad y por supuesto, tu placentera compañía en el Grupo.

Que Dios te bendiga donde estés y le dé paz a tu familia.

Hasta siempre, querido Alfredo

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