“Nada más elocuente que la acción.” – William Shakespeare.
La 4T impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador podría definirse como una corriente política divergente al modo tradicional de hacer del ejercicio público una tarea convencional, más identificada con una filosofía de vida, que una buena praxis de la función pública.
Para la sociedad en general, quizá no ha sido complicado comprenderla, pues la ha traducido en la transversalidad implementada por el régimen, que convertida en Programas del Bienestar se traduce en dinero líquido para millones de familias mexicanas.
Esa compra de conciencias, aunada a esa visión estatista de ejercer el poder, le han dado al presidente una ventaja por encima de cualquier supuesta oposición –aglutinada en los partidos políticos- los cuales simplemente no tienen, ni la fuerza, ni la capacidad para competir de tú a tú.
Quizá por ello, este 21 de marzo de 2022, pasará a la historia, como una fecha en la que la Cuarta Transformación dio el primer gran golpe de autoridad, al comprobar que los retos impuestos por su líder, se traducen en realidades.
Y es que podremos estar o no de acuerdos con el régimen político, pero lo cierto y verdadero, es que a todos los partidos les ha tapado la boca, con la puesta en operación del nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), que nos guste o no, cumpla, o no con las normatividades internacionales establecidas, está finalmente ahí.
Ese malestar, que hoy corroe la entraña de la oposición, y que se ve traducido en una campaña sistemática para desacreditar el logro, es el claro ejemplo de cómo el capricho del gran tlatoani con la ayuda de las Fuerzas Armadas, se hizo una realidad.
Insisto, guste o no, a un importante segmento político, el resultado está ahí. Y ha como cala dirían los que hoy le descalifican.
Bajo esa visión de estado, de trabajo continúo a ras de suelo, algunos integrantes de la 4T van dejando huella.
Un ejemplo claro y consumado es el que demuestra un legislador local, que ha traducido esa ideología de estar cerca de la gente, en cercanía, en estar ahí con la sociedad.
De arriba, abajo, recorriendo miles de kilómetros, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Sexagésima Sexta Legislatura de Veracruz, ha convertido el discurso en realidad.
Una reciente publicación en su red social de Facebook llama la atención, pues en tan solo 15 días el oriundo de Hueyapan de Ocampo, lleva recorridos cerca de 7 mil 500 kilómetros, que, traducidos en la distancia de punta a punta por la entidad, es haberla recorrido al menos 5 veces de ida y vuelta.
Así, su compromiso con el presidente López Obrador y con el gobernador Cuitláhuac García Jiménez lo han llevado de estar en Xalapa, hasta la región sur de la entidad, dando solución a problemáticas tan serias como la delimitación de espacio territorial entre municipios en disputa, -como es el caso de Oteapan- o al norte –Poza Rica, Álamo- en su acompañar a la sociedad en explicar los beneficios de la Reforma Eléctrica bajo la óptica de la misma 4T.
Lo cierto es, que, para este representante popular, el contacto directo con la población es la clave para comprender y aterrizar la filosofía transformadora impulsada por AMLO.
¿Sería conveniente cuestionarnos si otros funcionarios, ufanos de sus posiciones, tienen al menos el kilometraje que trae este personaje?
Porque en eso de caminar la legua al diputado Cazarín le cuelga.
Al tiempo.
Twitter: @LuisBaqueiro_mx