Agro mexicano sin apoyo, AMLO prefiere importaciones

’24/11/2024’
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’24/11/2024’

*En casi 4 años se han sumado otros 6,1 millones de pobres

*Los alimentos por las nubes sobre todo tortillas y tomates

 

SI BIEN las grandes revoluciones en el mundo han sido por el afán de poder, por el quítate tú para ponerme yo, lo cierto es que en casi todos los movimientos sociales, incluida la Revolución Mexicana, además de lo anterior y de la explotación social de que eran víctimas miles de mexicanos a manos de terratenientes poseedores de la tierra, y de empresarios explotadores que saqueaban la riqueza, el hambre fue uno de los principales detonantes para los levantamientos, ya que al campo se le dejó abandonado y sin recursos que permitiera a los campesinos la emancipación, algo que no cambia desde la Revolución Mexicana a la fecha. En México no es secreto que el número de personas en pobreza pasó de 51.9 millones de mexicanos en 2018 a 55.7 millones de mexicanos en 2020 (43.9 por ciento de la población total), y para finales de 2022, según cifras de Coneval, en México serán 58.1 millones, o sea, 2 y medio millones más que hace dos años y 6,1 millones más que al principio del mandato de AMLO, y los números siguen creciendo debido al mal gobierno que no invierte en el campo y en empresas productivas y a la incontenible inflación. En ese sentido, pese a las dádivas que regala el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador a la población más vulnerable que, en realidad va a parar, incluso, a los clasemedieros que aprovechan la circunstancia, la carencia por acceso a la alimentación en México ha provocado que un amplio sector de la población se coloque en una situación de vulnerabilidad con graves problemas de accesibilidad y calidad que derivan en malnutrición, desnutrición, anemia, entre otros problemas de salud, pues de acuerdo al Estudio Diagnóstico del Derecho a la Alimentación Nutritiva y de Calidad del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollos Social, México atraviesa un contexto de “importantes vulneraciones” en el tema de la alimentación que afectan de manera casi homogénea a todos los grupos poblacionales y regiones del país, y los menores de edad son quienes padecen en mayor grado la situación de vulnerabilidad, toda vez que dependen de alguien más para cubrir su necesidades básicas de alimentación. Cifras del INEGI revelan que los estados con mayor porcentaje de menores con inseguridad alimentaria severa y moderada son: Tabasco (42.5 por ciento); Oaxaca (31.8 por ciento); Guerrero (28.4 por ciento); Colima (25.1 por ciento); Estado de México (26.6 por ciento), y Michoacán (25.3 por ciento).

 

Y AHORA, con la creciente inflación pese a los mecanismos puestos en marcha por el Gobierno Federal, los precios de los alimentos están inalcanzables para muchas personas. Solo para ilustrar, en la primera quincena de septiembre el Índice Nacional de Precios del Consumidor se incrementó un 0,41 por ciento, lo que situó la tasa de inflación generalizada en el 8,76 por ciento, niveles que no se veían desde hace más de dos décadas. Peor aún para los padres que tienen menores en la escuela, las colegiaturas de preescolar y primaria subieron 5 por ciento y 4,1 por ciento, incluso en los colegios oficiales. Y si bien la situación es algo más amable en el índice no subyacente, porque aunque los productos agropecuarios subieron 0,86 por ciento, los precios de los energéticos siguen retrocediendo 0,14 por ciento gracias a que el Gobierno ha puesto en marcha un programa de subsidios a la gasolina, que ya había costado casi 300 mil  millones de pesos al erario al cierre de Julio, pero que ha logrado contener parte de la inflación, en este mes de Octubre, según se sabe, ese subsidio tiende a bajar o de plano desaparecer, lo que disparará todo.

 

DE ESA manera, los mexicanos van a seguir notando el aumento de los precios en las frutas y verduras, sobre todo en el jitomate que sube 5,57 por ciento en 15 días, o la cebolla, que también asciende 4,38 por ciento. Tampoco hay buenas noticias en el precio de las tortillas de maíz que ya se vende en 30 pesos el kilo en algunas partes del norte de la república, aun cuando se trata de un producto clave de la alimentación mexicana y uno de los medidores más exactos sobre el encarecimiento de los alimentos que siguen al alza. Y aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha señalado que esta es su principal preocupación, y ha afirmado que va a seguir reuniéndose con los directivos de Minsa y Maseca, las dos empresas que controlan el mercado, nada contiene el alza de ese alimento esencial en la dieta del mexicano.

 

LO QUE llama la atención es que el Gobierno Federal, lejos de apoyar la producción nacional para fortalecer la economía de nuestros campesinos le sigue apostando a las importaciones, y en ese tenor, ahora se sabe que el valor de las adquisiciones de granos y oleaginosas de México en el extranjero continúa batiendo marcas históricas por los elevados precios internacionales, al registrar entre Enero y Agosto un total de 11 mil 798 millones de dólares, el mayor monto para un mismo periodo, según revelan datos oficiales. Y es que de acuerdo al Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), con base en registros del Servicio de Administración Tributaria (SAT), el gasto del País en productos básicos como maíz, frijol, trigo, soya, arroz y aceites, entre otros, registran un incremento anual de 16 por ciento, esto a pesar de que entre enero y agosto de 2020, año en el que comenzó la pandemia de covid-19, México importó granos y oleaginosas por un monto de 6 mil 155 millones de pesos, lo que significa que el gasto se ha disparado 91 por ciento. El año pasado el valor de las importaciones fue de 15 mil millones de dólares, monto que según estimaciones del GCMA será superado al cierre de 2022. Pronósticos del grupo privado señalan que en los primeros ocho meses de este año el volumen de las compras de maíz fue de 11.4 millones de toneladas, lo que implicó una disminución anual de 4.2 por ciento, no obstante, en lo que se refiere a valor, se registró un incremento anual de 7.9 por ciento.

 

Y ES que pareciera que el Gobierno Federal busca someter al campo para hacerlo dependiente y poder seguir controlándolo a base de dádivas, ya que el valor de las importaciones de arroz y carnes de ave provenientes de Brasil se han disparado 210 y 64 por ciento en comparación interanual respectivamente, solo entre Enero y Agosto de este año. Las facilidades para el comercio exterior, como parte del Pacic (Paquete Contra la Inflación y la Carestía) han coincidido con un incremento en el valor de las importaciones del agro que llegan a México desde el gigante sudamericano Brasil. De acuerdo con cifras del Ministerio de Economía de la nación brasileira, algunos de los principales productos que ese país envía son: soya, carne de ave, maíz, arroz y huevos de aves. Aunque las importaciones de soya siguen siendo las que más valor generan, entre enero-agosto del 2022 el valor cayó 21 por ciento en comparación con el año pasado, sin embargo, en productos como el arroz o la carne de aves se ha triplicado el valor generado por dichos envíos. Y eso que López Obrador asegura que como nunca se está apoyando al campo mexicano, lo que no deja de ser una falacia. OPINA [email protected]