2 de julio de 2022, el día que Rocío Nahle será enviada al botadero. Dos Bocas, desvío de recursos corrupción y negocios de familia

’24/11/2024’
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2 de julio de 2022, el día que Rocío Nahle será enviada al botadero. Dos Bocas, desvío de recursos corrupción y negocios de familia

A partir de este 4 de abril a Rocío Nahle le quedan menos de 90 días para entregar terminada la refinería de Dos Bocas en Tabasco. La promesa simbólica del presidente es entregarla el día 2 de julio de 2022, 4 años después de ganar las elecciones presidenciales. Pero la refinería de Dos Bocas no está construida ni a la mitad y eso que la obra empezó hace 3 años, en junio de 2019. En 90 días Rocío Nahle no podrá terminar. Pero a esto hay que agregar lo que anota Mario Maldonado, columnista de El Universal: “El sobrecosto de la refinería de Dos Bocas es un escándalo mayúsculo que impacta al gobierno del presidente López Obrador”. Entre las graves anomalías Maldonado enumera “el aumento presupuestal se debe a que hay cientos de miles de millones de pesos desviados o sin rastro de a dónde fueron a parar; y cuarto, porque en la construcción de la refinería hay muchas empresas relacionadas a la familia de Nahle y otras acusadas de corrupción, incluidas las relacionadas con el director de la obra, Leonardo Cornejo Serrano, involucrado en el escándalo de Odebrecht”. Asimismo, señala Mario Maldonado que el esposo de la Nahle, un corrupto consumado, es el que da el visto bueno a los contratos con las empresas: “José Luis Peña Peña, es el verdadero operador de los contratos. Su influencia en la entrega de obra es escandalosa, a decir de varios contratistas, proveedores y altos funcionarios de Pemex”. Por esa y otras razones no espere usted que Dos Bocas esté concluida dentro de 90 días. Claro, le podrían hacer como al Felipe Ángeles, armar un escenario, poner un dispensador de gasolina y hacer creer a los chairos que esa gasolina es el producto de su refinería de Dos Bocas.

¿Usted le cree a Cuitláhuac García? Nosotros tampoco. Dice el gobernador que ellos no son lo mismo. En eso tiene razón, son peores

Dice el gobernador de Veracruz que en la “Megaconcentración del sábado en apoyo a López Obrador no hubo acarreados. Los autobuses foráneos que circundaron el centro de Xalapa lo contradicen. Lo contradicen además los testimonios de empleados que se dirigieron a las redacciones de medios informativos independientes para acusar que en la oficina gubernamental donde trabajan fueron obligados a asistir. Lo contradice además el pase de lista que se hizo en el evento. Los que no asistieron de inmediato a la lista negra. Pero a pesar de toda esa evidencia el gobernador de Veracruz se atreve a decir: “¡Por favor, no ofendan, no somos lo mismo! Y les doy la prueba: en la época del desafuero, el movimiento reunió a 3 millones de personas y no éramos Gobierno, lo que pasa es que los conservadores de enfrente creen que somos de la misma condición. Porque ellos quizás eso sí hacían y nosotros en esa época sin la estructura de Gobierno nos movilizábamos también, es una capacidad organizativa del pueblo que ya alcanzó, se organizan”. ¿Qué tiene que ver una cosa con la otra? Hasta para explicarse la estulticia del gobernador lo gobierna. Eso sí, el gobernador asegura que ellos, los de Morena, no son lo mismo que los gobiernos anteriores. No son lo mismo, son peores.

El pacto sigue. En el gobierno de AMLO a Peña Nieto no se le toca ni con el pétalo de una denuncia. La FGR no tiene nada contra él

A todos les queda claro, el presidente López Obrador no procederá contra Enrique Peña Nieto, expresidente de México, a quien en campaña él había prometido meter a la cárcel por la galopante corrupción que comandaba. En su momento el candidato López Obrador comparó el gobierno de Peña como “un cochinero y una gran corrupción”. Pero las cosas han cambiado. Enrique Peña Nieto es intocable y sólo en alguna ocasión le han reconvenido a que sea más prudente y menos exhibicionista. Pero en este gobierno, a pesar de que dos de sus más cercanos colaboradores están presos, nada se le imputa a Peña Nieto. Por ejemplo, Rosario Robles, a quien Peña un día cubrió con el manto de la impunidad con su frase “No te preocupes Rosario”, sigue presa por la famosa “Estafa Maestra”, siendo que esa operación benefició al propio Peña Nieto y a su partido. Lo mismo sucede con Emilio Lozoya, otro cercano colaborador de Peña, quien es acusado de operaciones con Odebrecht y otras estafas, todas para beneficio de su entonces jefe. Pero el caso es que en la FGR de Gertz Manero no hay una sola investigación en contra del sujeto que entregó la presidencia a López Obrador. De que hay pacto, hay pacto.

Armando Ortiz                                    Twitter: @aortiz52                             @lbajopalabra