EN LA MENTE DE UN PRIISTA

Vivir en el Golfo

Por Rodolfo Herrera

EN LA MENTE DE UN PRIISTA

     Si las encuestas tienen en muy mala posición al PRI en la preferencia de los electores, llama la atención entonces por qué los priistas están empecinados en meterse a ganar una candidatura que tiene todas las posibilidades de perder.

    Eso es tanto como querer descifrar qué pasa por la mente de un priista que aunque sueña con la posibilidad de ganar la elección federal del 2018, también sabe perfectamente que en el escenario electoral el PRI está muy mal posicionado.

     Por eso llama la atención que para la candidatura a la gubernatura del estado, solo dos nombres están enfilados a la recta final en la contienda interna, los senadores de la república José “Pepe” Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa, aunque el nombre de Miguel Alemán Magnani comienza a escucharse, o bien para hacerles sombra, o bien llegar al intento de rescate del priismo estatal.

     “Pepe” Yunes, está estrechamente ligado al primer círculo del poder presidencial, al grado de tener la facultad no escrita de aprobar de la federación los apoyos y programas sociales que llegan a Veracruz y quizá en gran parte del país.

      Por su cercanía con el primer grupo de poder, entre lo que destaca su estrecha amistad con Luis Videgaray, Yunes Zorrilla no tiene mayor opción que mantenerse integrado en el proyecto priista del 2018 y para ello, aunque sabe que tiene todas las probabilidades de no ganar la gubernatura, entrará en la contienda interna por la designación para ayudar al proyecto.

    El Senador de la República Héctor Yunes Landa, está integrado en el pequeño grupo de nominados y busca la candidatura porque sabe perfectamente que en esta elección podría tener mejor participación de su partido, luego de que Javier Duarte lo abandonara creyendo que el candidato de Morena podría alcanzar la alternancia, lo cual no ocurrió.

     Luego de su derrota en el 2016, Héctor Yunes no se cruzó de brazos y continuó figurando en medios, al grado de convertirse en el único priista crítico del sistema y se mantiene vigente, aunque en una muy dudosa preferencia electoral.

     Por su parte, en días recientes los destapes y menciones por las senadurías se las llevaron tres mujeres: la ex alcaldesa de Veracruz Carolina Gudiño Corro, la delegada de Sedesol Ana Guadalupe “Anilú” Ingram Ballines y la delegada del ISSSTE Elizabeth Morales García.

    Las tres tienen plena conciencia que no tienen la mínima posibilidad de ganar un proceso electoral, pero saben perfectamente que si su partido las nomina en la primera posición, seguro alguna de ellas estará rindiendo protesta en la cámara alta.

    Le explico, de las fórmulas al senado propuestas por cada partido, entraría como senador el candidato que más votos obtenga y de ahí, entraría también el segundo lugar que se considera como primera minoría, el tercer senador por estado, entraría como segunda minoría de acuerdo con su porcentaje de votación, es decir, a güevo que el PRI meterá un senador y tomando en cuenta la propuesta de equidad de género, pues seguro que la tercera senadora que entra por default es mujer y puede estar entre las chicas súper poderosas.

     Las que no entren en las fórmulas del senado, seguro obtendrán de consolación el derecho a una diputación federal plurinominal o de mayoría, pal caso da igual, porque aquí lo que persiguen tampoco es ganar la elección, sino mantenerse vigente para escalar al otro sexenio priista, en caso de que el PRI retenga el poder, para lo cual tiene amplias posibilidades por dos razones: Por su estructura económica y de partido y por las pifias que han tenido en lo interno tanto la alianza PAN, PRD y MC como Morena.

    Así es que si ve usted a los priistas luchando por alguna posición sabiendo sus escasas posibilidades de ganar, ahora sabe perfectamente que aunque no ganen, de todos modos podrían salir ganando o como dicen en la montaña, “también perdiendo se gana” ¿O no es así?

LOS FALSOS REDENTORES

     No hay manera de entender cómo un personaje que de repente se inventa una fundación o asociación de ayuda a los pobres, resulte que a final de cuentas aspira a una candidatura a diputado local o federal. Ese tipo de doble moral apunta para aquellos falsos líderes emergentes que solo buscan al poder por el poder y para su beneficio personal, esos son los que han abonado a la pérdida de credibilidad de la ciudadanía y por supuesto, que deben ser rechazados. ¿No cree usted?

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